Hoy hablaremos del infierno y la poca gloria que tiene Fernando Gago en Chivas.
“A ver”, dice él, “su equipo juega bien y por grandes lapsos pareciera que tiene el control del partido”. Sin embargo, a la hora buena no termina de embonar; le siguen faltando esos cinco centavos para el peso.
Chivas es un plantel que tiene muy cómodos a sus futbolistas, donde parece que las exigencias no existen; donde la afición los apapacha.
En casa las cosas van de maravilla: siete partidos sin perder, sin recibir gol, y es algo que no pasaba desde hace cinco décadas.
En esa parte, Gago está en la gloria, o por lo menos es lo que parece porque el libro siempre ha marcado: “hazte fuerte en casa y rescata lo que puedas de visita”.
Sin embargo, con el argentino, su infierno sigue siendo el mismo: carece un goleador, carece de líderes en el campo, carece que un jugador que marque diferencia.
Al inicio del torneo todo era miel sobre hojuelas con la dupla que parecía, formaban el “Vaquero” y “Chícharo”. En la actualidad, ni Cowell ni Hernández están disponibles, y si me apresuran, no estarán hasta después de la fecha FIFA de octubre.
Se vienen partidos importantes para el Rebaño Sagrado: Monterrey este sábado (28 de septiembre) en casa y luego el clásico tapatío ante el Atlas (5 de octubre).
¿Podrá Gago sumar seis puntos? ¿O seguirá revirando preguntas con el “a ver”, y el típico jugamos mejor, pero no fuimos contundentes?