Diego Armando Maradona Franco, también conocido como el Pelusa, para muchos, era conocido como el mejor de todos los tiempos, para otros, era simplemente, “Dios”.Nacido en uno de los barrios más humildes de Lanús, provincia de Buenos Aires, un 30 de octubre de 1960, de un seno familiar humilde, vivió muchas carencias en su infancia. Maradona fue el quinto de 8 hijos, y primer varón, del matrimonio entre Diego Maradona y Dalma Salvadora “Tota” Franco.Desde el primer momento que tocó un balón se notaba su poder ofensivo, además de un talento que todos comenzaron a notar desde muy temprana edad. Su primer contacto con el mundo del fútbol se produjo en 1969, cuando realizó la prueba para entrar en las divisiones inferiores del club Argentinos Juniors. Los Cebollitas era el nombre del equipo de la clase 1960.
El 28 de septiembre de 1971, con tan sólo diez años, apareció por primera vez en el diario Clarín. La nota decía que “había un pibe con porte y clase de crack”, aunque en la nota lo llamaban “Caradona”, por su gusto por hacer malabares con el balón.Su debut en primera división con el club Argentino Juniors, se dio el 20 de octubre de 1976, a diez días de cumplir los 16 años de edad, por un partido del Campeonato Nacional y fue hasta el 14 de noviembre, donde convirtió su primer gol en un partido frente a San Lorenzo de Mar del Plata.
En 1981 cumplió su mayor sueño, vestir la camiseta del Boca juniors, un 20 de febrero de ese mismo año, firmó su contrato y debutó dos días después, nuevamente frente a Talleres, con dos goles suyos, Boca superó a su rival por 4 a 1.
Gracias a sus éxitos y grandes actuaciones con los del Barrio de La Boca, tuvo el primer llamado a la selección nacional en una justa mundialista, al mundial de España 1982; el 13 de junio frente a Bélgica, en Barcelona, debutando con derrota. En ese mundial Argentina no pudo alzarse con la copa e incluso fue eliminado por su acérrimo rival, Brasil. Tras su participación en la Copa Mundial de Fútbol, en la que la selección argentina se hospedó en Barcelona, se oficializó la venta al Fútbol Club Barcelona. El club pagó cerca de 1200 millones de pesetas por su pase, una cifra importante para la época.
Desafortunadamente para el astro argentino, las cosas no funcionaron como quisiera en Catalunya, entre malos resultados, lesiones y una aparente baja en su juego, el 10, se tuvo que ir de ahí con rumbo desconocido, pero con una de las mejores historias que pueda contar el fútbol.El 5 de julio de 1984, fue presentado en el Nápoles de Italia, ante un Stadio San Paolo repleto. En la temporada anterior el equipo había evitado el descenso por un punto, por lo que los aficionados estaban entusiasmados por la llegada del jugador. Aunque en ese torneo tuvieron una muy mala primera ronda, en la segunda se motivaron y de la mano de Diego, lograron 33 puntos y anotando 14 goles, nada mal para un debut.
Aquel lejano 1986, fue el año del Pelusa, México sería su mundial, dirigidos por Carlos Salvador Bilardo, quien decidió poner al Diego como capitán de la albiceleste y con otros emblemas como: José Burruchaga, Luisa Valdano, Nery Pumpido, entre otros, hicieron un mundial de ensueño.
Teniendo una primera ronda dominante ante los italianos donde empataron por la mínima; una victoria contundente contra Corea del Sur; y una más ante Bulgaria, y en octavos, ante Uruguay, ponían a Diego en la cima, atrayendo las miradas del mundo entero.El 22 de junio sería el día, quizá, más importante para la carrera del 10, pues su selección enfrentó a sus similar de Inglaterra, con el morbo de que procedía, el ya popular conflicto de Malvinas, que involucraba a estos países. El partido contó con los dos goles más recordados en la historia del deporte, el primero de ellos, ocurrió al minuto 51 en una jugada en el área, donde Maradona, remató un balón por encima del arquero Peter Shilton con la mano, gol que fue conocido como la “Mano de Dios”, denominado por él mismo; el segundo gol, una verdadera obra de arte, el cual toma el balón desde su propio campo y eludió a seis jugadores ingleses (Glenn Hoddle, Peter Reid, Kenny Sansom, Terry Butcher, Terry Fenwick y al arquero Shilton) antes de rematar y convertir el tanto, reconocido por FIFA como “el mejor gol del siglo”.Con una semifinal ante Bélgica, en donde se impuso y una difícil final contra Alemania federal, donde ganó 3-2 en el estadio Azteca, Argentina se coronó campeón de la copa del mundo, y fue el planeta entero quien se dio cuenta, quién era el mejor mejor jugador del mundo.
El mundo observó como Maradona, se consagró con el club, Napoli, haciéndolos bi campeón, al igual observó como argentina volvía a jugar una final de copa del mundo en Italia 1990, cayendo en la final, ahora frente Alemania unificado, destacando las lágrimas del Diego en aquel final del partido. De la misma manera, el mundo fue testigo de cómo un astro se veía sumergido en escándalos y como un crack se perdía en las drogas, de la a que decir por muchos, nunca pudo salir de ellas. Hecho que hizo que su carrera se viniera a pique, y que no lo pudo volver a colocar en su selección, que su regreso a su Boca querido, no fuera como él esperaba y su retiro del mundo de las canchas, se viera opacado más por sus escándalos, que su valor futbolístico.
El Pelusa pudo reponerse de sus caídas. Jamás dejó el fútbol, nunca se alejó de lo que más amaba, ya sea como jugador o entrenador, donde dirigió a varios equipos, incluyendo a su selección amada, Argentina, quien siempre estaba ahí, apoyando; destacando un breve paso en el Dorados de Culiacán, en la liga de ascenso del futbol mexicano.
Este 25 de noviembre el mundo del fútbol, está de luto, pues una de los grandes íconos del deporte y figura indiscutible ha salido de cambio, pero esta vez para nunca jamás volver.Diego Armando Maradona, falleció este miércoles en su residencia a sus 60 años de edad, según informó su agente y amigo Matías Morla. La prensa local ha asegurado hace minutos que el entrenador sufrió un paro cardíaco en su vivienda de la provincia de Buenos Aires.