Con esto se pretende que las compañías de telecomunicaciones se responsabilicen de sus cables y no los abandonen; así mismo, restringe la instalación de cables de telecomunicaciones de manera aérea en zonas donde existe la infraestructura subterránea.
Las empresas deberán contar con póliza de seguro que cubra la responsabilidad civil respecto a daños a terceros por los cables.