Un activista de la organización “Just stop oil” se acercó al famoso cuadro y pintó encima con un rotulador, mientras otra persona vierte dentro de la camiseta del propio activista una lata con salsa de tomate. Autoridades informaron que la pintura de Vermeer no sufrió daños y que la sala donde se encuentra el cuadro fue cerrada, al menos tres personas fueron detenidas por este hecho.