Unos 70 migrantes llegaron el miércoles al aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía en dos aviones provenientes de Panamá.
Otro, con unos 300, llegó un poco antes de la medianoche procedente de México. El día anterior había regresado otro centenar.
El 13 de octubre, después de que en un año más de 150.000 venezolanos llegaran a Estados Unidos por la frontera terrestre, Washington impuso un nuevo protocolo para poner freno a esta oleada migratoria, que se convirtió además en una controversia política de cara a las elecciones de mitad de mandato.
La nueva normativa prevé el ingreso de 24 mil venezolanos a través de un programa que obliga a entrar vía aérea y avalado por un patrocinador.
La nueva política del gobierno de Joe Biden tomó por sorpresa a muchos migrantes que ya estaban en camino hacia el norte, en un largo viaje que implica caminatas, cruzar la selva y evitar el peligro de las mafias.
Otros, en cambio, siguen apostando por entrar a Estados Unidos.
Algunas familias cruzaban a pie por el río para entregarse a los agentes migratorios e intentar, de todas formas, encontrar asilo en Estados Unidos.