Durante la media noche el presidente Andrés Manuel López Obrador publicó en el Diario Oficial de la Federación el “Plan P” de su reforma electoral que debilita las funciones del INE y al tribunal electoral, disminuye su personal y permite a los funcionarios hacer propaganda.
El “Plan B”, propuesto por López Obrador, elimina la estructura permanente subdelegacional del INE y reduce al mínimo el servicio profesional electoral, lo que impedirá contar con personal calificado para supervisar los comicios. Estas medidas podrían ser suspendidas por la suprema corte de justicia pero sino la revierte, comenzará en noviembre, no en septiembre.
En ese mismo mes, el órgano electoral deberá informar sobre las adecuaciones administrativas y el costo de la reestructuración, al desaparecer las juntas distritales y crear oficinas auxiliares, además de despedir a los vocales ejecutivos, fusionar direcciones y eliminar unidades y áreas en la sede central.
El 15 de agosto deberán estar integrados los nuevos órganos y en mayo los nuevos directores. El INE tendrá 180 días para realizar un nuevo cálculo y revisión integral de los tabuladores salariales de su personal y de los organismos públicos locales, para que no ganen más que el presidente y su trabajo no será considerado “especializado o técnico