La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de una nueva variante del COVID-19 que vuelve a poner al planeta en estado de alerta. Se trata de BA.2.86, también llamada ‘Pirola’, catalogada como sublinaje de ‘Ómicron’ y detectada por primera vez en el mundo el pasado 13 de agosto.
Ya se ha encontrado en cuatro países: Dinamarca, Israel, Reino Unido y Estados Unidos. Esta nueva cepa preocupa a la OMS debido a que tiene más de 30 cambios de aminoácidos en su proteína (la cual le permite infectar células para propagarse).
De momento hay tan solo seis casos registrados de esta nueva variante, pero la OMS ha alertado sobre la misma definiéndola como una “variante de emergencia” debido a que sus mutaciones son mayores a las anteriores cepas conocidas.
En ese sentido, expertos consideran a Pirola como una mutación de omicrón pero que hasta el momento todavía no representa un riesgo mundial.
Sin embargo, esto no quiere decir que todo esté bien pues según la OMS es una variante “bajo vigilancia” por lo que todavía no se pueden sacar conclusiones definitivas.
Hasta ahora, todas las variantes conocidas se llamaban como letras del abecedario griego (Ómicron, Zeta, Épsilon…). Sin embargo, esta nueva subvariante la han decidido llamar Pirola, que hace referencia a un asteroide descubierto en 1927. Cepa que se podría pasar a llamar ‘Pi’ o ‘Rho’ (siguiendo con las letras griegas) si la OMS trata a esta variante como una de preocupación (VOC).
El especialista T. Ryan Gregory dijo que aún “no hay forma de saber nada sobre los síntomas específicos de esta variante“. Sin embargo algunos síntomas serían similares a Eris, pero Pirola se distingue por su rápida propagación:
* Voz ronca
* Dolor de Garganta
* Escurrimiento nasal
* Dolor de cabeza
* Dolor muscular
* Olfato alterado