Fue en un comunicado firmado por Pedro Rocha, presidente interino, desde la suspensión de Rubiales por 90 días por parte de la FIFA, señaló que su actitud, que calificó de “inaceptable”, causó un daño “enorme” al deporte y a la sociedad española. Por tal motivo, pidió perdón “al conjunto del futbol mundial”, especialmente a las jugadoras de la selección.