India avanza en su ambicioso programa espacial. El cohete Aditya-L1, o “Sol”, en hindi, despegó el sábado, transportando una sonda para un viaje hacia el centro del sistema solar.
El lanzamiento fue transmitido en directo ante cientos de espectadores en el lugar.
Hace apenas una semana, la agencia espacial ISRO logró posar un vehículo no tripulado Chandrayaan-3 cerca del polo sur de la Luna.
La misión lleva instrumentos científicos para observar las capas más externas del Sol, en un viaje de 1,5 millones de kilómetros y cuatro meses.
Si tiene éxito, será la primera de un país asiático en ponerse en órbita alrededor del Sol.
La sonda estudiará las eyecciones de masa coronal, un fenómeno periódico que conlleva grandes descargas de plasma y energía magnética procedentes de la atmósfera solar, que pueden alcanzar la Tierra y perturbar el funcionamiento de los satélites.
India dispone de un programa aeroespacial con un presupuesto relativamente bajo en comparación con otras potencias.
Sin embargo, su dispositivo ha crecido notablemente desde que envió por primera vez una sonda a la órbita de la Luna en 2008.
Expertos aseguran que consigue estos bajos costos reproduciendo y adaptando tecnología espacial existente y aprovechando sus numerosos ingenieros altamente capacitados que cobran mucho menos que sus homólogos extranjeros.