El piloto de un avión de Delta Airlines decidió regresar al aeropuerto de origen (Atlanta) porque uno de los pasajeros que iban en el vuelo DL194 sufrió una diarrea explosiva, asegurando que el hecho se convirtió en un problema de “riesgo biológico”.
Mientras el avión sobrevolaba Virginia los problemas gastrointestinales del pasajero explotaron a la vista de todos.
El piloto del Airbus A350-900 informó a la torre de control de que un pasajero había tenido diarrea en la cabina, calificando la situación de “riesgo biológico” y solicitó permiso para regresar a Atlanta.
El avión despegó del Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta a las 10:30 de la mañana y volvió a aterrizar a las 11:15 en el mismo aeropuerto.
La diarrea explosiva es un trastorno gastrointestinal que se manifiesta con episodios de deposiciones líquidas y explosivas, acompañadas de urgencia y frecuencia incrementada.
20 minutos describe la diarrea explosiva como las “evacuaciones intestinales violentas con heces acuosas sueltas y exceso de gases que son expulsados con fuerza y ruido”.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) tienen una guía para la tripulación de cabina. De acuerdo a estos protocolos, dado que no se sabe si una enfermedad es contagiosa cuando aparecen los síntomas por primera vez, cualquier líquido corporal como diarrea, vómito o sangre debe tratarse como potencialmente infeccioso.
Por lo tanto, después de que se identifica al pasajero enfermo, se deben tomar las siguientes medidas de control: