Se desató la guerra en el Medio Oriente, con el ataque sorpresivo y masiva del grupo terrorista Hamás a Israel y con la respuesta que ha dado el Estado de Israel diversas personas se han preguntado si estos hechos pueden significar una nueva fuente de trastornos a la economía global, como sucedió la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2022.
La respuesta es que hasta este momento no lo ha sido. Los mercados accionarios, de bonos y aun de materias primas han reaccionado con cautela. Pero, esto no implica que, en el futuro, la escalada de este conflicto no pudiera traer consecuencias económicas y financieras más grandes.
El efecto más notorio hasta este momento es el alza de los precios del crudo.
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Salvador Carrejo Orozco, advirtió una cadena de consecuencias negativas en términos económicos con el conflicto entre Israel y Palestina, algunas de ellas, dijo, ya presentes como es el incremento en el precio del petróleo que tendrá efectos en la inflación.
Si bien México es exportador, importa productos derivados del hidrocarburo, de manera que esto va a generar presión en las finanzas públicas, en los temas fiscales, y seguramente tendrá una repercusión en la inflación.
El líder empresarial expuso que la peligrosidad del conflicto está en la posibilidad de que escale y de involucrarse más países tendrá efectos muy negativos desde el punto de vista económico.
En el caso del tipo de cambio del peso frente al dólar, prácticamente no lo ha resentido y, de hecho, nuestra moneda avanzó ligeramente.
Sin embargo, como en todo conflicto armado, los escenarios son inciertos.
Más allá del tremendo costo humano que traerá esta guerra, como ya la llamó el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y que ya ha afectado incluso a mexicanos que fueron secuestrados por Hamás, el impacto económico global dependerá sobre todo de la posibilidad de que escale e involucre principalmente a Irán.
Los expertos en diversos países han señalado que la planeación precisa del ataque de Hamás a Israel difícilmente podría haberse conseguido sin el respaldo del gobierno de Irán, que tiene cercanía con ese grupo palestino.
En los escenarios extremos, podríamos tener disparos de los petroprecios que nuevamente generen inflación global y se acentúe el riesgo de recesión.
El INEGI dio a conocer ayer las cifras de inflación al mes de septiembre, en el que alcanzó 4.45 por ciento anual. La llamada inflación subyacente se colocó en 5.76 por ciento.
Este último indicador es el que refleja con más precisión la tendencia inflacionaria de mediano plazo.