El puerto de Acapulco se encuentra sumido en el caos y la desesperación tras el devastador paso del huracán “Otis” y ante los intentos de robo en casa habitación y departamento, así como de piezas de automóvil.
A cinco días de su impacto, la falta de autoridad y la inexistencia de servicios públicos, la hambruna, el caos, el estallido social han dado lugar a una situación de inseguridad y desorden en la ciudad costera que se encuentra inmersa en un estado de caos y desesperación, con los residentes esforzándose por mantener la seguridad en medio de la crisis.
Amantes de los ajeno han amagado con robar en casas habitación y en departamento, aprovechando la oscuridad por la falta de energía eléctrica que aún no se restablece.
Ante el desorden social la población se ha visto obligada a proteger los suministros de ayuda que tanto necesitan con autodefensas, ya que los saqueadores han llegado incluso a apoderarse de la asistencia destinada a las víctimas del huracán “Otis”.
En algunas colonias, los vecinos han cerrado las calles con las láminas dispersas por “Otis” para evitar la entrada de ladrones. Algunos de ellos se han armado con pistolas y machetes y realizan rondas de vigilancia por las noches para proteger sus hogares y familias.
Los constantes intentos de robo detonó que los pocos habitantes que aun viven en estos departamentos y casas- Habitación, salgan todas las noches a montar guardias vecinales de seguridad.
En seis puntos, los habitantes entre hombres y mujeres prenden fogatas, se arman de palos, machetes y algunos jóvenes portan armas de bajo calibre, para defenderse y evitar que ingresen presuntos asaltantes a la unidad.
La situación se ha vuelto aún más peligrosa debido a la presencia de jóvenes de otras colonias que se mueven en motocicletas robadas durante los días de saqueo. Estas motocicletas funcionan con gasolina sustraída de estaciones de servicio o vehículos estacionados. La delincuencia ha encontrado formas de aprovechar el caos reinante en la ciudad.
La inexistencia de servicios públicos es otro de los problemas que enfrenta Acapulco. Las calles se encuentran llenas de basura, y la falta de recolección de residuos ha generado olores desagradables en diversas áreas de la ciudad. Los residentes se ven obligados a lidiar con montones de basura en las calles, lo que agrava aún más la situación de caos y desorden.