“La respuesta al Balance Mundial debe encender la mecha de una explosión de ambición en 2025. Debe alinearse con lo que la ciencia nos dice que es necesario. Debe establecer planes para aumentar masivamente la ambición y la inversión en adaptación. Debe comprometerse con un aumento de la financiación y la cooperación, y debe establecer expectativas para planes climáticos nacionales más ambiciosos y detallados, es decir, planes nacionales con objetivos claros para 2030 y 2035, que se alineen con 1,5 grados, que abarquen toda la economía y que tracen un rumbo para acabar con los combustibles fósiles.”Secretario general de la ONU