Desde el siniestro, las excavadoras intentaron abrirse camino a través de los escombros para llegar a los 40 obreros atrapados, quienes trabajaban en la construcción del túnel en el estado septentrional de Uttarakhand, en la cordillera del Himalaya.
Sin embargo, el rescate se vio ralentizado por la continua caída de escombros y las repetidas averías de las máquinas perforadoras.
Los socorristas se mantuvieron en contacto por radio con los hombres atrapados, quienes recibieron comida, agua, oxígeno y medicina a través de una pequeña tubería de 15 centímetros de diámetro.