El ataque fue reivindicado por el grupo Estado Islámico, que el viernes confirmó la detención de cuatro de sus miembros, a los que considera autores del atentado. A pesar de esta reivindicación yihadista, las autoridades rusas persisten en trazar un vínculo con Ucrania, país al que se enfrentan militarmente desde hace más de dos años.