El miércoles pasado, miles de personas tuvieron el privilegio de contemplar la Luna Nueva de mayo. Sin embargo, otro fenómeno astronómico se acerca rápidamente, listo para maravillar a aquellos que quedaron encantados por el cosmos.
La tan esperada Luna llena, también conocida como Luna de Flores, está próxima a aparecer a finales de este mes, prometiendo cautivar a los entusiastas de la astronomía en todas partes.
La Luna de Flores debe su nombre a observaciones milenarias realizadas por civilizaciones antiguas y tribus originarias americanas. Ellas notaron que cuando la Luna llena de mayo se asomaba en el firmamento, las temperaturas ascendían y, con ello, se iniciaba el florecimiento de diversas especies en múltiples regiones, ofreciendo un paisaje más vivo y colorido. Una de las características más distintivas de la Luna de Flores es su tamaño y brillo incrementado, típico de las lunas llenas, que permite apreciar la belleza de las flores en la noche.
El jueves 23 de mayo será el momento cumbre para presenciar la hermosa Luna de Flores. Sin embargo, este fenómeno podrá ser disfrutado varios días antes de su punto máximo. Para una mejor experiencia, se recomienda buscar un lugar despejado, con poca iluminación artificial, y dirigir la mirada hacia el cielo a partir de las 00:00 horas, momento en que la oscuridad del firmamento permite apreciar con mayor claridad, según el Instituto Nacional de Astrofísica (INAOE).
Es esencial tener en cuenta que este evento no se limita a un único día, sino que se extiende durante varios días, con momentos de mayor intensidad. Así que, si no puedes disfrutarlo el día señalado, aún tendrás oportunidad en los días posteriores. No es necesario utilizar equipo especial de protección, aunque el uso de binoculares o telescopios puede mejorar la experiencia de observación.
Este fenómeno astronómico coincide con uno de los momentos más vibrantes de la primavera en el hemisferio norte, marcando el renacimiento de la naturaleza. Es por ello que las antiguas civilizaciones la denominaron la “luna de las flores”, en honor al florecimiento de los campos y al espíritu cálido de la época.