Durante la noche del 12 de junio, los habitantes del Área Metropolitana de Guadalajara presenciaron tolvaneras que afectaron la ciudad durante algunos minutos. Este fenómeno despertó la curiosidad de muchos, quienes se preguntaron qué estaba sucediendo y si el polvo que llenaba el aire podía ser perjudicial para la salud.
De acuerdo con el Atlas Internacional de las Nubes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los remolinos de polvo, también conocidos como tolvaneras, se forman cuando el aire cercano al suelo se vuelve muy inestable, algo que puede ocurrir cuando el suelo está muy caliente debido al sol. El viento puede girar en ambas direcciones, acumulando polvo en el centro del remolino; estos fenómenos generalmente ocurren a menos de 30 metros de altura, aunque pueden alcanzar hasta un kilómetro.
Las tolvaneras afectan la visibilidad en calles y carreteras, representando un riesgo para los conductores. Además, el polvo puede perjudicar la salud, ya que contiene partículas que pueden ingresar en las vías respiratorias.
Las personas con alergias son las primeras afectadas por el polvo, pero este también puede causar problemas como dermatitis, conjuntivitis, dificultades respiratorias, amigdalitis, faringitis, bronquitis, neumonía y asma.
Los expertos recomiendan que, ante la presencia de una tolvanera, un fenómeno poco común en la AMG, las personas deben:
En caso de experimentar malestares físicos relacionados con las tolvaneras, es aconsejable acudir a un médico para recibir el tratamiento adecuado.