El ‘mewing’ es una técnica de postura oral que consiste en colocar la lengua en una posición específica contra el paladar superior, con el objetivo de mejorar la estructura facial y la salud bucal. Esta práctica ha ganado una notable popularidad en los últimos meses.
El incremento del teletrabajo y las videollamadas, en las que la cara es la parte más visible, ha hecho que muchas personas tomen mayor conciencia de su apariencia facial y busquen formas de mejorarla.
El ‘mewing’ se basa en una serie de principios que consisten en prácticas posturales que se pueden integrar en la rutina diaria:
Los defensores del ‘mewing’ sostienen que esta práctica puede mejorar la alineación dental, la estructura facial y la respiración. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que la evidencia científica sobre la efectividad del mewing es limitada y que los resultados pueden variar entre individuos.
A pesar de parecer inofensivo, el ‘mewing’ practicado en exceso puede causar problemas serios.
Con el paso del tiempo, el cuerpo produce menos colágeno, la piel pierde elasticidad y se produce una mayor flacidez en la zona del cuello y la papada.
Otros factores como la falta de actividad física, la genética (si los miembros de tu familia tienen papada, es más probable que tú también la desarrolles), y la mala postura, especialmente la inclinación constante de la cabeza hacia abajo al mirar dispositivos móviles y ordenadores, pueden contribuir al debilitamiento de los músculos del cuello y a la acumulación de grasa en la zona del mentón.