Kimberly Cheatle, la primera mujer en dirigir el Servicio Secreto de Estados Unidos, presentó este martes la renuncia a su cargo horas después de la audiencia en la Cámara de Representantes por el atentado contra Donald Trump que sucedió el pasado 13 de julio.
Luego de que en un mitin que se llevaba a cabo en Pensilvania el candidato a la presidencia Donald Trump terminara herido de bala en su oreja derecha el Servicio Secreto de Estados Unidos se comprometió a cooperar con una revisión independiente sobre su mecanismo de seguridad.
En el interrogatorio Cheatle defendió la labor de los agentes, sin embargo también reconoció que el atentado fue “el fallo operativo más significativo del Servicio Secreto en décadas”.
En una carta en la que presentó su renuncia dijo que tomó la difícil decisión con mucho pesar, pero que asume “toda la responsabilidad por el fallo de seguridad” y que optaba por dejar el cargo para evitar distracciones al Servicio Secreto.
Por su parte, el presidente de Estado Unidos Joe Biden dijo en un comunicado que al igual que la primera dama se encuentra agradecido por las décadas de servicio público de Cheatle y aseguró que pronto se nombrará un nuevo director.