Viruela del mono: Estos son los síntomas de la enfermedad
Los síntomas de Mpox o mejor conocida como viruela del mono se pueden confundir con otras enfermedades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el 14 de agosto que el brote de Mpox, anteriormente conocido como viruela del mono, en la República Democrática del Congo, y su propagación a países vecinos, representa una emergencia sanitaria de carácter internacional.
Este es el segundo año consecutivo en el que esta enfermedad infecciosa es considerada una amenaza global. En mayo del año pasado, se emitió una alerta similar, la cual se levantó luego de contener su expansión y considerar que la situación estaba bajo control.
¿Qué es la Mpox y por qué ha sido declarada emergencia internacional?
La OMS declaró la emergencia internacional debido al aumento de casos de Mpox en el continente africano, generando preocupación a nivel global por la posibilidad de que esta enfermedad, conocida previamente como viruela del mono, se expanda fuera de la región.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Mpox es una enfermedad viral zoonótica causada por el virus de la viruela símica, que pertenece al género Orthopoxvirus, al cual también pertenece el virus de la viruela.
Origen de la Mpox
La Mpox fue detectada por primera vez en África en 1970, según información de la OPS. Existen dos variantes genéticamente distintas del virus: la cepa de la cuenca del Congo (África central) y la cepa de África occidental.
Las infecciones causadas por la cepa de África occidental tienden a ser menos graves en comparación con las originadas por la cepa de la cuenca del Congo.
Síntomas y tratamiento de la Mpox
De acuerdo con la OPS, no existe un tratamiento específico para la infección por el virus de la Mpox.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que los síntomas más comunes de la viruela símica incluyen erupciones que pueden aparecer en las manos, pies, pecho, rostro o en la boca, así como en áreas genitales como el pene, los testículos, los labios vaginales, la vagina y el ano. El período de incubación varía entre 3 y 17 días, durante el cual la persona no presenta síntomas.
Los síntomas suelen desaparecer de manera espontánea, y la atención médica se centra en aliviar los síntomas, manejar las complicaciones y prevenir posibles secuelas a largo plazo.
