Fueron siete meses de ayuno… siete largos meses pasaron para volver a vivir la magia del Futbol Americano Profesional de los Estados Unidos, y regresó más explosiva, más imponente, más espectacular, más vibrante… es la National Futbol League.
Para esta nueva temporada 2024-25 la liga decidió llevar la espectacularidad del deporte por primera vez en la historia a Brasil, y en Sao Paulo se midieron en la semana 1 los Empacadores de Green Bay frente a las poderosas Águilas de Filadelfia. El resultado, en favor de las aves fue lo de menos; los brasileños fueron testigos presenciales de lo que jamás habían vivido, un partido oficial de la NFL.
Sin embargo, la felicidad vivida en Brasil, contrasta con la tristeza y desencanto de la afición mexicana al futbol americano, al no poder contar en este año con la magia de la NFL. Nos quedamos sin el espectáculo, sin la alegría, y la posibilidad de vivir en nuestro país lo que muchos no podemos alcanzar al viajar a los Estados Unidos; hoy las autoridades dejaron a un lado la prioridad del deporte por otras convicciones, hoy nos alejamos del primer mundo, albergar eventos deportivos como estos no solo nos pone en el ojo del mundo, sino que generan una derrama económica incalculable. Cuidado, mucho cuidado, porque alejar de nuestro país a estas ligas, nos hace retroceder en las relaciones que por mucho tiempo y tras un enorme esfuerzo logramos alcanzar.
No todo es béisbol. Que viva la riqueza polideportiva en nuestro país, es momento de alzar la mano y exigir que los mejores eventos deportivos mundiales no se alejen; México quiere automovilismo con la Fórmula Uno, Nascar, basquetbol de la NBA, campeonatos mundiales, copas del mundo, etc. Ojalá que siempre hablemos de deportes, no solo cuando se disputen los Juegos Olímpicos.