Como sucede cada vez que se celebran Juegos Olímpicos, siempre afloran las críticas ante los resultados que obtienen los atletas mexicanos en uno de los eventos más importantes de su carrera. ¿Que si se van a pasear? ¿Que por qué no ganan el oro? ¿Que cómo un cuarto lugar? ¿Para qué van, si van a perder?
Aparecen de pronto un sinfín de comentarios de personas que justo en ese momento se convierten en expertos, los principales expertos en el tema. Pero muchos incluso desconocen cómo es el proceso de clasificación a unos olímpicos; otros ni se imaginan lo complejo que es lograr una plaza y esto depende de cada disciplina. Para ellos, lo importante sólo es juzgar, señalar.
¿A qué se debe esto? Es fácil responder: Se llama falta de cultura deportiva, no conocer más a fondo el recorrido olímpico del atleta, no investigar porqué es tan difícil lograr una medalla. Una Olimpíada es un evento que convoca a los mejores exponentes del mundo; compite la élite del deporte y México poco a poco ha crecido en ese nivel.
Faltan apoyos y falta infraestructura. Un conjunto de elementos ayuda al crecimiento del deporte mexicano, pero ¿Por qué señalar el resultado? ¿Por qué mejor no investigar, conocer más a nuestros deportistas?
Es momento de generar conciencia y entender que, para lograr resultados a este nivel, necesitamos poner nuestro granito de arena, y no es porque el deportista sea mediocre o conformista o le tema a la palabra fracaso. Esto vas más allá. Antes de señalar, lo ideal sería que todos enriqueciéramos nuestra cultura deportiva, o como mínimo, conocer cómo se desarrolla cada deporte y sus reglas.
La pregunta es clara: ¿Tú figuras en lo que haces? ¿Tú eres el mejor en tu trabajo?
¿O eres una persona que conforme pasa el tiempo, aprende a sacar su mejor versión?
Los atletas tienen metas, objetivos. Dejemos de señalar sin conocer y mucho mejor, apoyemos a deportistas que sólo buscan bajo la bandera de su país, poner muy en alto el nombre de México.