Mucho se ha hablado de la reforma al Poder Judicial, por una parte se establece que lo que busca es darle mayor participación al “pueblo”, mediante la elección popular de jueces, magistrados y ministros, mientras que por otra parte, la oposición establece que la elección popular no es la vía para traer mayor justicia a la ciudadanía, sino que deberían de implementarse mejoras al sistema existente, lo cual resulta intrascendente en estos momentos ya que la reforma judicial es un hecho.
Ahora bien, la posibilidad de que se vote o no se vote por parte de la ciudadanía a jueces, magistrados y ministros, resulta irrelevante, ya que si bien es cierto, habrá cientos de nombres que la ciudadanía deberá de elegir y, si están o no capacitados para ejercer el puesto tampoco será relevante, lo que si será relevante será quienes pasaran el filtro para contender por dichos puestos en la preselección de perfiles que realizará el congreso, por lo que independientemente de que existirá la posibilidad de elegir de manera secreta y voluntaria a los nuevos miembros del Poder Judicial, también es cierto que será el Congreso el que elegirá a quienes serán votados y sólo los partidos políticos establecerán quienes son los idóneos para llegar a esa lista final de candidatos.
El día de la elección se espera que las personas reciban alrededor de 25 boletas, donde habrá mas de 4,000 candidatos para que elija cada uno, alrededor de 600 personas que ocuparan los puestos en el poder judicial. Ante dicha situación habrá una imposibilidad manifiesta para conocer a cada uno de los que serán electos, lo cual nos alejará nuevamente de tener a los mejores perfiles para mejorar la impartición de justicia.
Ahora bien, no obstante lo anterior, los nuevos miembros del Poder Judicial se enfrentarán a una nueva figura llamada Tribunal de Disciplina, compuesto por 5 cinco personas que serán seleccionadas por el mismo congreso, quienes vigilarán a los juzgadores, los cuales revisaran sus actuaciones y podrán sancionar a los mismos, dando vista al Ministerio Público ante alguna irregularidad, de igual manera podrán dar aviso al Congreso de la Unión con la finalidad de que sean objeto de juicio político si el congreso así lo estima y recibir sanciones de inhabilitación si proceden, además de las que marcan las leyes administrativas y penales.
Ante lo anteriormente señalado queda claro que la reforma judicial traerá una nueva forma de impartir justicia en México, donde los partidos políticos serán los que controlaran de manera directa a los nuevos miembros del poder judicial.