Las joyas de la elección 2024 en el Estado están en disputa. La Perla Tapatía y Jalisco son el blanco de la ambición y el cinismo de Morena que, pese a no obtener los votos suficientes de los electores, pretenden robarse el triunfo.
La gran contradicción de los morenistas es que, a base de mentiras, quieren convencer a las y los jaliscienses, a las y los tapatíos, de que el trabajo que ellos mismos, los propios vecinos de las colonias en las que se instalaron las casillas, quienes dedicaron su tiempo a la fiesta democrática, son a quienes debe ofender el berrinche de Morena.
Por un lado, se dicen el partido del pueblo y por otro lado se quejan de que la gente no los eligió, de que las y los ciudadanos que velaron porque el proceso electoral se llevara en un ambiente de paz, no hicieron bien su función.
Por ello, lo que pretenden tanto Chema Martínez como Claudia Delgadillo es a todas luces un robo. Se quieren robar Guadalajara y Jalisco.
En los últimos días hemos visto cómo la llamada Cuarta Transformación no es más que una regresión; volvimos a los tiempos en los que desde la Presidencia de la República se orquestaban una serie de artimañas para que simple y sencillamente se haga la voluntad del señor presidente.
Con ese mismo estilo es que pretenden seguir una estrategia desgastada, que en el 2006 implementó Andrés Manuel López Obrador y que 12 años después le rindió frutos al ganar la elección presidencial. Pero hay una diferencia en Jalisco: la población en nuestro Estado siempre se ha diferenciado del resto del país porque vota de manera inteligente y diferenciada.
Si la elección hubiera sido un fraude, entonces ¿por qué ganó Claudia Sheinbaum en Jalisco? ¿Por qué ganaron los senadores de Morena? ¿Por qué ganaron los diputados de otras fuerzas políticas? En Jalisco los electores deciden a quién darle su voto, en cada una de las boletas, de manera consciente y específica.
Si los magistrados no se dejan presionar y se apegan a la ley, podrán verificar que no hay un solo argumento para que se pueda anular la elección en Guadalajara y en Jalisco. Eso es lo que buscan los morenistas, anular una elección porque saben que la perdieron. No aceptaron el recuento de votos porque saben que no les favorecían los resultados. Quieren anular una elección limpia, porque quieren robársela.
Es tiempo de defender Guadalajara, de defender a nuestra Perla Tapatía, de defender a Jalisco con todo el orgullo jalisciense que nos caracteriza. Es tiempo de defender el voto de cada uno de los jaliscienses que decidieron darle el triunfo a Verónica Delgadillo y a Pablo Lemus, porque Jalisco ya votó, Guadalajara ya eligió a su primera presidenta y estoy seguro que el 01 de octubre comenzará una nueva era de buenos gobiernos para nuestra Ciudad.