¿Y ahora qué veo?
Últimamente se ha vuelto tan complejo elegir qué ver en televisión entre tantas plataformas digitales y cientos de canales en los sistemas de cable, tanto que termina por ganar el que mejor publicidad y manejo de redes sociales proyecta para que se convierta más en una necesidad personal, al saberse que todos hablan de ella, antes que por el verdadero gusto de ver su programación por un tema de distracción y entretenimiento.
Los llamados reality shows siempre han tenido un atractivo muy peculiar entre el público al tener una combinación de sentido de identificación, conflicto, competencia, drama, morbo y una variedad de elementos sorpresivos que terminan siendo un entretenimiento ligero y accesible para todas las edades.
“La Casa de los Famosos” es un reality show que se basa en el formato internacional de “Big Brother” que comenzó en los Países Bajos en 1999 y se ha adaptado en numerosas naciones desde entonces; en éste, un grupo de celebridades convive en una casa completamente aislada del mundo exterior, vigilada las 24 horas por cámaras y con eliminaciones semanales de participantes.
El fenómeno ha sido tan grande en México y Estados Unidos que ha logrado hacer que regrese la convivencia familiar para ver la televisión en un día y hora específicos como lo era años atrás, antes de que esto se perdiera al existir la posibilidad de elegir qué ver y cómo verlo con las plataformas y aplicaciones de tabletas y celulares.
El que sea un fenómeno popular no es sinónimo de contenido trascendental, pero sí de un reflejo de la importancia y la necesidad de la distracción con el entretenimiento, en una sociedad saturada de posibilidades y opciones, pero sin tiempo de poder elegirlas.
¿Y ahora qué veo? Va a ser algo que probablemente deberemos acostumbrarnos a preguntarnos por la aparición de nuevas plataformas de contenido en los diferentes medios de comunicación, que además parece que no tienen un fin próximo con la integración de la Inteligencia Artificial.
La evolución de los contenidos viene con la oportunidad y responsabilidad de adaptarse a una nueva búsqueda y cuidado que depende del interés de cada persona o familia. Múltiples opciones hay, pero va a ser necesario identificar qué es lo que realmente quieres ver y no seguir la tendencia de lo que parece que todos ven.
