¿Y ahora quién resultó ser la mafia en el poder?
La reciente aprobación de la reforma al Poder Judicial no es solo un acto ilegal, es un golpe de estado y a las libertades democráticas y la separación de poderes. Lo que presenciamos en el Senado fue una operación fría y calculada del régimen de Morena y el presidente, que sobrepasa la simple manipulación política. Estamos hablando de extorsión y secuestro de voluntades, estrategias dignas de una dictadura en ciernes.
El caso del senador Miguel Ángel Yunes es emblemático. Bajo presiones y extorsiones, Yunes terminó doblándose ante Morena y se convirtió en un nuevo cómplice de un gobierno que avanza sin freno hacia la concentración total del poder. Pero eso no fue todo: está el caso del senador Daniel Barreda, de Campeche, pues justo el día de la votación su padre fue encarcelado. Esta maniobra no solo buscaba generar la ausencia de un senador en la cámara, sino también asegurar lo que necesitaba Morena para aprobar la falsa reforma.
Fue una operación digna de las mesas de la mafia; todo estaba bajo control y pensado. El uso de la fuerza pública contra manifestantes y las amenazas contra los senadores son señales claras de un régimen que está dispuesto a todo para perpetuarse en el poder.
La reforma al Poder Judicial, que busca la elección popular de jueces, no es más que una fachada para subordinar uno de los últimos bastiones independientes del Estado. Los jueces electos bajo este modelo estarán a merced de las mayorías políticas, lo que pone en grave riesgo la protección de los derechos fundamentales de las minorías.
Morena ha dejado claro su camino: el control absoluto. Si no actuamos ahora, estaremos sellando el destino de México hacia un gobierno autocrático, donde los poderes se subordinen a la voluntad de un solo partido. Esto no es una reforma, es el preámbulo de una dictadura disfrazada de democracia.
Ahora, la ley pasará a los congresos locales. En el caso de Jalisco, en la bancada del PAN las y los diputados están listos para frenar e ir en contra de esta delincuente reforma, y han dejado clara su voluntad de ser una oposición tajante y firme para cuidar y garantizar las libertades en México.
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