Los 41 que sí amaron a México

Se concretó el golpe a la patria. Como es sabido por todas y todos, la madrugada del miércoles, la Reforma al Poder Judicial, fue aprobada en el Senado de la República y en los 17 congresos estatales necesarios para su promulgación, por lo que este mismo martes podría entrar en vigor.

Aquella esperanza en los 43 senadores de oposición comenzó a desvanecerse horas antes de la discusión, cuando el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del exgobernador de Veracruz Yunes Linares, evadió la comunicación con el grupo parlamentario de Acción Nacional. Fue ahí cuando se encendieron las primeras alertas.

Llegado el día de la discusión, pese a las vicisitudes, las y los senadores llegaron casi todos, los ausentes, Yunes Márquez y el emecista Daniel Barreda. Iniciada la sesión se dio a conocer que el primero padecía problemas de salud, por lo que su suplente –quien curiosamente es su padre– tomaría posesión del cargo; la historia del segundo era peor.

Según versiones del propio Clemente Castañeda, Coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda se encontraba detenido de manera ilegal por la Gobernadora de Campeche Layda Sansores, todo lo demás ya es historia.

Mientras la novela se desarrollaba en el salón de sesiones, la Comisión de Prerrogativas del INE asestaba un golpe contra el Partido Revolucionario Institucional y su dirigente Alejandro Moreno. Un mensaje más de parte del oficialismo que buscaba cambiar el sentido de la votación a su favor, sin embargo las senadoras y senadores del PRI no se prestaron al juego sucio y mantuvieron su compromiso con la ciudadanía.

A casi una semana de este bochornoso episodio en la historia de México no es posible dar vuelta a la página; como lo dije el pasado jueves en el PRI Jalisco mientras me acompañaban trabajadores del Poder Judicial, estudiantes universitarios y priistas valientes, todavía quedan instancias a las que podemos y debemos acudir.

Los tratados internacionales signados por México son ley suprema y se encuentran a la par de la Constitución, por lo que las instancias internacionales serán una vía crucial durante las próximas semanas, así como la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que tendrá que resolver las acciones de inconstitucionalidad para determinar la posibilidad de expulsar del orden jurídico la reforma recién aprobada.

Lo que hoy podemos concluir es que sí hay traidores a la patria, sí hay quienes por ganar el favor del poder son capaces de entregar a su pueblo, sin importar acabar con el futuro de 130 millones de personas; pero no todo está perdido, hubo 41 senadores que sí amaron a México y no se dieron por vencidos, porque entendieron que el país es más importante.

Sin duda vivimos tiempos de oscuridad, tiempos en los que necesitamos más como aquellos valientes que le dijeron no a la destrucción. Por México yo soy una más de los 41.