En días pasados se anunció por parte de la Fiscalía Estatal la detención de un operador del crimen organizado encargado del reclutamiento de personas para actividades delictivas, las cuales fueron captadas mediante anuncios, mensajes y avisos en redes sociales, que fueron utilizados para llamar la atención de jóvenes en busca de empleo, quienes a través de ofertas de trabajo falsas, eran contactados y reclutados para el adiestramiento en actividades delictivas.
De las preguntas obligadas por parte de los reclutadores se desprendían: Nombre completo, edad, domicilio y hasta escolaridad. Acordaron encontrarse en la Central Camionera de Tlaquepaque e incluso les pagaron el servicio de taxi para que acudieran a la entrevista. En muchos de los casos el trabajo resultó obligatorio, ya que por la fuerza fueron trasladados a campos de entrenamiento, lugar en donde recibían su capacitación, la cual fue un adiestramiento en el uso de armas de fuego y combate, con la finalidad de obligarlos a enrolarse en el grupo delictivo, todo esto en contra de su voluntad.
De lo anterior se desprende la evolución del crimen organizado, el cual encuentra en niños, niñas y jóvenes a sus principales víctimas, engañados con promesas falsas de trabajo, a través de la interacción virtual que las redes sociales proporcionan. Así, han propiciado las desapariciones de jóvenes que nos ocupan, quienes bajo la única intención de encontrar un empleo digno, terminaron privados de su libertad.
Por lo anteriormente mencionado, es importante conocer este nuevo modus operandi y hacer caso omiso de anuncios donde se oferten sueldos extraordinarios, o que cuenten con faltas de ortografía, mala redacción y sobre todo que no formen parte de sitios especializados en bolsa de trabajo.
También debemos limitar la información que compartimos a través de redes sociales, como dirección y número de teléfono, al igual que se debe mantener las cuentas personales como privadas o restringidas, lo cual puede servir para prevenir este tipo de actividades y ayudar a no ser la próxima víctima de la delincuencia.
Cabe señalar que al día de hoy, la Central nueva de camiones de Tlaquepaque, es la zona con más desapariciones del Estado en lo que va del año, sin que hasta este momento el gobierno federal, estatal o municipal, hayan decidido emprender operativo alguno para prevenir este tipo de eventos delictivos.
La seguridad es responsabilidad de todos.
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