Hipersexualización infantil
¿En qué momento permitimos que los niños se convirtieran en adultos miniatura y las niñas en pequeñas muñecas de carne y hueso que posan sugestivamente como si fueran adultos?
Es sorprendente cómo se ha normalizado la hipersexualización de los menores tras el velo de la cultura urbana donde el lenguaje corporal y las coreografías tan populares incluyen una connotación sexual inapropiada para los más pequeños, sin darnos cuenta de la ventana que se abre hacia el acoso y la violencia que pueden sufrir, sobre todo con el auge de perfiles en redes sociales donde se comparte cualquier cantidad de videos e imágenes.
En México, una de cada 10 mujeres de 12 a 17 años ha recibido mensajes, videos sexuales o amenazas en internet, por ello el 25% de las y los adolescentes en el mismo rango de edad ha sido víctimas de alguna forma de ciberacoso.
La niñez es tan breve y tan frágil que con suerte dura apenas 12 años; tristemente, a veces menos como para orillar a los pequeños a que vivan prematuramente una etapa que no les corresponde. ¿Recuerdan la película “Little Miss Sunshine” allá por el año 2006? Es el más claro ejemplo de cómo los concursos de belleza pueden distorsionar la autoimagen de las niñas para encajar en un molde diseñado para adultos, y lo peor de todo es que se trata de una industria que se resiste a morir luego de su momento más oscuro en los años noventa tras el homicidio de la reina de belleza de tan sólo seis años, JonBenét Ramsey, en Estados Unidos.
Como padres o tutores tenemos la responsabilidad de proteger la integridad de cada menor ya que la hipersexualización infantil es una forma de violencia no regulada hasta ahora que puede tener como consecuencia un alto nivel de estrés en los niños, un concepto distorsionado de sí mismos o un despertar sexual a temprana edad que tenga consecuencias a lo largo de su vida.
En Jalisco, lleva casi dos años detenida una propuesta de ajuste a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes avalada en la Comisión de Igualdad Sustantiva y de Género, sin embargo sigue “congelada” desde diciembre de 2022 hasta que la Mesa Directiva del Legislativo la lleve al Pleno del Congreso. Tenemos varias tareas por cumplir. ¿Por dónde empezamos?
