La oposición en México continúa sin lograr explicarse qué les pasó en las elecciones del 2 de junio. Permanecen perdidos en su laberinto, incapaces de replantear sus estrategias para proponer un proyecto de nación viable y diferente al puesto en marcha por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Siguen culpando a la población por haber votado por la continuidad de la 4T. No han entendido que necesitamos como sociedad una oposición seria y comprometida con el desarrollo democrático de la Republica.
En su obtusa desesperación por su falta de argumentos y ante lo famélico de sus dirigencias, recurren a personajes de la talla de Ernesto Zedillo Ponce de León o Genaro García Luna para acusar al presidente y a la 4T de estar llevando a México al barranco de la democracia. La envestida no para ahí, el declarado culpable de narcotráfico García Luna publica una carta de puño y letra donde acusa a López Obrador de estar inmiscuido en el negocio de las drogas, además de avalar desde Palacio Nacional un complot en su contra.
Por lo pronto, dejo de lado la perorata zedillista carente de autocrítica, revisión histórica y reconocimiento de las atrocidades que cometió durante su sexenio, para pasar a la carta del ex jefe de seguridad pública de Felipe Calderón.
La carta sale publicada en diversos medios mexicanos y estadunidenses en medio de la discusión por la reforma al Poder Judicial, a menos de dos semanas de que concluya el mandato obradorista y a unos días del 9 de octubre cuando el juez Bryan Cogan de la Corte de Distrito del Este de Nueva York, le dicte la sentencia a Genaro García Luna que podría ir de 20 años hasta cadena perpetua, con algunas modificaciones en la pena en caso de aceptar convertirse en testigo protegido o cooperante. En ese sentido, las líneas publicadas no parecen otra cosa que un acto de desesperación por golpear a la 4T e insistir que todo ha sido un montaje del gobierno lopezobradorista, como los que llevaba a cabo García Luna cuando tenía a su cargo la seguridad de nuestro país.
Si como afirma en su misiva el policía de Calderón que “es del conocimiento público y está en los registros oficiales de México y Estados Unidos, los contactos, videos, fotografías, registros de comunicación y gestión entre el actual presidente de México Andrés Manuel López Obrador y sus operadores con los líderes del narcotráfico y sus familias”, pues entonces lo único que debe hacer es presentar las pruebas para demostrar sus decires. De lo contrario, lo que ofrece es mucho ruido y ninguna nuez.
No deja de llamar la atención que ni siquiera Felipe Calderón haya salido a defender a su encargado de combatir al narcotráfico durante el proceso judicial que se le siguió en Nueva York y lo encontró culpable de narcotráfico.
Por otro lado, lo mismo Ernesto Zedillo que Genero García Luna son dos personajes que por acciones diferentes carecen de honestidad y credibilidad para acusar al presidente de la República de participar en el narcotráfico y renegar de las reformas constitucionales puestas en marcha en esta Legislatura.
A no dudar, las voces de Ernesto y Genaro responden a una estrategia desesperada puesta en marcha por la oposición para hacer frente a millones de ciudadanos que en las pasadas elecciones le dieron la espalda.
Profesor del Tec de Monterrey
@contodoytriques
*Las opiniones y contenidos en este texto son responsabilidad total del autor y no de este medio de comunicación.