Su intervención subraya la alarmante situación de las mujeres bajo el régimen talibán, donde el retroceso en derechos fundamentales ha convertido la libertad en un lujo inalcanzable
En un potente discurso en un evento paralelo a la Asamblea General de la ONU, Meryl Streep expresó su profunda preocupación por la situación de las mujeres en Afganistán, afirmando que “una ardilla tiene más derechos que una niña”. Streep destacó que en Kabul, las mujeres no tienen la misma libertad que los animales, señalando que los parques públicos han sido cerrados para ellas por el régimen talibán.
La actriz recordó que, en 1971, el año en que se graduó en la universidad, las mujeres en Afganistán gozaban de derechos que ahora les son negados, como el acceso a la educación y la participación en la vida pública. Este cambio drástico refleja una tendencia más amplia de retrocesos en los derechos humanos en el país desde la toma del poder por los talibanes en agosto de 2021.
El evento, titulado “La inclusión de las mujeres en el futuro de Afganistán”, fue organizado por una coalición de países, incluidos Irlanda y Suiza, con el objetivo de asegurar que las voces de las mujeres afganas no sean olvidadas en medio de las tensiones internacionales. Durante la reunión, se destacó la necesidad urgente de que la comunidad internacional actúe para proteger los derechos de las mujeres en Afganistán, donde el 80% de las mujeres se enfrentan a violencia de género y muchas han sido expulsadas de sus empleos.
Retno Marsudi, ministra de Exteriores de Indonesia, también intervino, enfatizando que las mujeres afganas merecen los mismos derechos que ella disfruta como madre y musulmana. “Cuando estoy aquí, puedo expresar lo que pienso. Puedo expresar mis aspiraciones. Las mujeres afganas deberían gozar del mismo derecho, pero la situación es completamente diferente. Ahora se enfrentan a un retroceso en el progreso en materia de educación, empleo y libertad social“, destacó Marsudi.
La reciente aprobación de una ley restrictiva en Afganistán ha crecido esta situación, obligando a las mujeres a cubrirse y prohibiendo actividades como cantar o hablar en público. La norma también limita severamente las libertades de todos los ciudadanos, como la prohibición de tomar fotografías o escuchar música.
António Guterres, secretario general de la ONU, advirtió que esta legislación formaliza la exclusión de las mujeres de la vida pública, llevándolas a un confinamiento casi total. “La nueva ley promulgada el mes pasado formaliza la eliminación sistemática de las mujeres y las niñas de la vida pública. Las mujeres y las niñas afganas están confinadas en gran medida en su casa, sin libertad de movimiento y casi sin acceso en la educación o en el trabajo. Incluso se les prohíbe cantar o alzar la voz en público“, anotó el secretario general de la ONU, António Guterres.
La falta de derechos de las mujeres afganas se convierte así en un tema urgente que exige atención y acción en la comunidad internacional, especialmente en un momento en que la situación humanitaria en Afganistán continúa deteriorándose. La comunidad global debe unirse para garantizar que los derechos de las mujeres no sean olvidados y se priorice su bienestar en el futuro del país.