Clima
25ºC
23 noviembre 2024
Laura Castro Golarte
Laura Castro Golarte
"Laura Castro Golarte es periodista independiente y activa desde hace más de 40 años; politóloga y doctora en Historia Iberoamericana por la Universidad de Guadalajara. Es autora de varios libros. "

Una semana histórica

30 septiembre 2024
|
07:13
Actualizada
07:13

Esta semana es histórica. El día de hoy termina un sexenio distinto a los que las presentes generaciones de mexicanos hemos vivido en muchos años, prácticamente desde la mitad del siglo XX hasta la primera década de este siglo XXI. Fue una sucesión de decisiones y acciones con un estilo diferente, con resultados claros y una aprobación que para algunos es inusitada pero que en realidad refleja que lo que se prometió y emprendió, hasta donde se pudo en seis años, se nota.

Andrés Manuel López Obrador termina su gestión el día de hoy a las cero horas y queda para el análisis profundo de lo que fue porque hay lecciones para aprender a pasto, independientemente de que se esté de acuerdo o no; más allá de preferencias e ideologías. Por donde se le vea, el obradorismo es un fenómeno multidimensional que empezó antes de 2018 y seguramente se extenderá más allá de 2024. Las dimensiones social, cultural y política de ese fenómeno son más que evidentes, pero identifico una no tan fácilmente reconocible, la económica.

Es un fenómeno también con esa variable porque en realidad lo que se aplicó en estos seis años es un modelo original que dio como resultado que los ricos fueran más ricos, pero no que hubiera más pobres o que los pobres fueran más pobres, como de manera sistemática sucedió con Peña, Calderón, Fox, Zedillo, Salinas, De la Madrid, López Portillo y Echeverría, para no ir más lejos.

El modelo implica que los empresarios ganen, pero que paguen impuestos, del tamaño que sean sus negocios; que paguen mejor a sus trabajadores y que se sumen a programas como Jóvenes Construyendo el Futuro. Hay que decir —y los mismos empresarios no me dejarán mentir— que no hubo huelgas, ni manifestaciones cupulares que se opusieran, por ejemplo, a ese programa que cubría las necesidades de aprendices tantas décadas planteadas por los mismos hombres de negocios; o a los incrementos salariales inéditos de cada año que han contribuido a mejorar ingresos y poder adquisitivo de las mayorías en México. No se trata de transferencia de dinero a través de programas sociales nada más, se trata de que México es el país que ocupa el segundo lugar en el mundo con menos desempleo (casi estamos en la condición de pleno empleo) y el Banco Mundial confirma que casi 10 millones de mexicanos, poco menos del 10 por ciento de la población total, salió de la pobreza.

En seis años, con pandemia y guerras, es una hazaña. Y también que los banqueros hayan aumentado sus ganancias de forma extraordinaria. Traemos dinero, el mercado interno está activo, no hay hambre y están sentadas las bases para que todos ganemos y mejoremos nuestras condiciones; otra realidad está siendo posible.

Este es solo un ejemplo y ya habrá oportunidad de hacer mayores análisis y más amplios, pero vuelvo a estas fechas importantes de la semana que empieza: mañana primero de octubre de 2024, inicia una gestión presidencial que por primera vez en nuestra historia, tendrá como titular a una mujer. Ese dato ya es, de por sí, histórico.

Las expectativas son altas y la muestra fehaciente de esta afirmación es que 36 millones de electores mexicanos tomaron esa decisión contundente e incuestionable el pasado 2 de junio con un voto, además, que no perdió de vista las otras elecciones, particularmente las del Poder Legislativo federal.
La doctora Claudia Sheinbaum Pardo recibirá de manos de Andrés Manuel López Obrador la banda presidencial en el recinto sede del Congreso de la Unión mañana por la mañana y, en la tarde, en el Zócalo de la Ciudad de México, la capital de este maravilloso y extraordinario y bello país, recibirá el bastón de mando en una ceremonia que reconoce el valor ancestral del México profundo y nuestra grandeza como pueblo desde siempre.

Al día siguiente, el 2 de octubre, sabemos lo que se conmemora; uno de los episodios más dolorosos de nuestra historia: la matanza de jóvenes estudiantes y cientos de civiles en 1968 cuando la represión y la censura de un régimen autoritario llegó a su máxima expresión. Hace 56 años de aquel ataque criminal urdido por el Estado mexicano contra sus ciudadanos. Lamentablemente no paró ahí. En este orden de ideas, con el reciente décimo aniversario de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa, un hecho atroz que se operó en septiembre de 2014 y no fue posible esclarecer en el sexenio que hoy termina, ambos ejemplos, más los que están en la lista de crímenes de Estado, son el recordatorio de que hay mucho qué purgar, memorias que guardar, reivindicaciones que emprender y perdones que ofrecer, así como el compromiso de que algo así, jamás, nunca, nunca, nunca más, se repita.

Y, finalmente, casi para cerrar la semana, el viernes 4 de octubre se cumplirán 200 años de la promulgación de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos luego de un proceso intenso, complejo, sometido a diversas amenazas internas y externas, pero que fue posible gracias a los hombres y mujeres de aquellos tiempos que no cejaron en el empeño de consolidar, y con una República, la independencia.

Habían pasado 300 años de colonia en los que se acumularon precedentes que hicieron explosión en 1810; una revolución de largo aliento, difícil, crítica, con miles de muertos, pero que finalmente se consumó en 1827 para un primer intento efímero, fallido por supuesto, de que el nuevo país fuera un imperio. Y este no fue realmente el error, sino que el emperador Iturbide desconociera al Congreso con lo que cancelaba la posibilidad de un régimen monárquico constitucional.

Después de su abdicación en marzo de 1823, pasaron 19 meses de discusiones; de intentos de separación de varios estados; de conflictos entre los que querían una república federal y los que optaban por una centralista; incluso por los que preferían de todos modos una monarquía en un contexto de bancarrota, crisis, enfermedades y naciones poderosas al acecho.

El 31 de enero de 1824, casi al año de la caída del primer imperio, se constituyó la Federación Mexicana y el Congreso constituyente empezó a trabajar en la que sería la primera carta magna de una República como la forma de gobierno de un país libre y soberano. Fechas muy importantes, para conservar en la memoria, para aprender y solidar. Una semana histórica por donde se le vea.

*Las opiniones y contenidos en este texto son responsabilidad total del autor y no de este medio de comunicación.
Logo Quiero Tv
Canal de televisión que trasmite contenidos de noticias, deportes y entretenimiento por sistemas de paga desde 1994 y ahora por señal abierta en el canal 10.1 para el Área Metropolitana de Guadalajara.
Redireccion a facebook Quiero Tv
Redireccion a X Quiero Tv
Redireccion a instagram Quiero Tv
Redireccion a youtube Quiero Tv