Los retos de seguridad para Jalisco en el sexenio que comienza
Desde el día uno que toma posesión como mandataria federal Claudia Sheinbaum, los retos en materia de seguridad se encuentran sobre la mesa, tratándose de Jalisco.
En primer lugar, existe la necesidad de atender a los miles de desaparecidos que existen en igual número de carpetas de investigación en la Fiscalía Especializada para Desaparecidos, la cual no ha podido dar respuesta a los más de 15 mil 103 personas no localizadas de las que se tenía registro hasta el mes de septiembre del 2024. Si bien es cierto el delito de desaparición forzada de personas es en un primer término, competencia del fuero común, también es cierto que la mayor parte de las desapariciones han sido realizadas por grupos que pertenecen a la delincuencia organizada, donde la federación sí tiene la capacidad de atraer e investigar dichos actos, lo cual a la fecha no acontece por falta de personal, voluntad o por lineamientos que vienen desde la Ciudad de México, donde se estableció la prohibición institucional de atraer dichos casos.
En segundo lugar, existe también la urgencia de atender los casos de homicidios en la Entidad, ya que si tomamos en cuenta las cifras de los primeros ocho meses del 2024, tenemos la cifra de mil 276 homicidios dolosos cometidos en el Estado, siendo que la mayoría de ellos tienen relación directa con la delincuencia organizada, la cual no ha sido atendida, sancionada, investigada, ni mucho menos intervenida por la Guardia Nacional, FGR, FEMDO u organismo alguno dependiente de la federación, que en coadyuvancia con el gobierno estatal, hubiesen servido para coordinarse y disminuir la incidencia de dicho delito, siendo parte de los más de 186 mil homicidios que dejó el sexenio de López Obrador, todo lo anterior sin tomar en cuenta que la cifra de homicidios dolosos no se incrementa cada que aparecen cuerpos y restos humanos en fosas clandestinas que encuentran en su mayoría los grupos de madres buscadoras en la Entidad, bajo el tecnicismo de que no se sabe cuándo fue que dichas personas fueron privadas de la vida, por lo que no se suma a la estadística de personas privadas de la vida de manera dolosa en la Entidad.
Como punto número tres, sin que sean las únicas acciones de persecución criminal que urgen para Jalisco, existe la necesidad imperiosa de la adecuada utilización de los recursos de la Unidad de Inteligencia Financiera para el desmantelamiento de las redes criminales que crecen en recursos y superan en capacidad de fuego al Estado, con la finalidad de garantizar la paz y tranquilidad de los ciudadanos, puesto que hemos visto en múltiples ocasiones que cuando los grupos de la delincuencia organizada actúan, ninguna autoridad local, llámese policía estatal o municipal, tienen la capacidad de reaccionar ante el poderío en armamento y adiestramiento con el que cuentan los grupos de la delincuencia organizada, todo esto porque se les ha permitido operar impunemente e invertir de la misma manera en equipo de uso exclusivo del Ejército, que supera por mucho a las fuerzas del orden común, por lo que si no interviene la Secretaría de Marina o la Sedena, los criminales gozan de total impunidad ante la incapacidad de hacerles frente por parte de las fuerzas locales.
Esperemos este nuevo gobierno federal se sacuda la ideología de abrazos no balazos del anterior gobierno, y nos brinde la seguridad que tanto anhelamos como jaliscienses y como mexicanos.
No olvidemos que la razón número uno para que un gobierno tenga razón de ser, es la de brindar seguridad a sus ciudadanos.
