Iniciamos una nueva historia, una con rostro de mujer hasta en la imagen oficial del Gobierno Federal. Despedimos a los caudillos por una mujer en pie de lucha; al nuevo sexenio lo representa la imagen de una joven indígena en blanco y negro portando la Bandera de México haciendo un guiño al logotipo anterior, pero evitando cualquier color institucional.
Se dice que comienza la era Sheinbaum; sin embargo, es imposible que en un sexenio se revierta toda una historia de tradición patriarcal, incluso en la Carta Magna se identifica al líder de este país como Presidente, en masculino; hay tanta carga histórica contenida en una sola letra que marca una enorme diferencia, por ello la bancada naranja del Congreso federal registró la iniciativa para incluir la palabra Presidenta, en femenino, en la Constitución. La aprobación implicaría visibilizar a las mujeres líderes de este país.
A la Presidenta Claudia Sheinbaum le toca romper el paradigma. Desafortunadamente no basta una banda presidencial para que eso suceda; se requiere trabajo arduo y para que realmente lleguemos todas las mujeres, es necesario que incluya en su agenda de trabajo a las que faltan y no se consideraron entre los puntos de su compromiso público con el pueblo mexicano al aceptar el poder que se le encomienda.
De cualquier forma, entra a la historia como la primera Presidenta de México y no hay nadie que lo cambie, pero tiene una tarea muy complicada: recibe un país muy lastimado por la inseguridad y con los peores índices de PIB y la relación del peso frente al dólar en los últimos 24 años.
00Ojalá que pueda escribir su propia historia y no sólo continúe con un relato que comenzó a escribir alguien más. Tiempo al tiempo.