Cerveza: ¡No lo vas a creer! Este es el increíble origen de la bebida
Pese que se tiene evidencia de que la cerveza tiene al menos 9 mil años de antigüedad, pasando en culturas como la Sumeria, Egipcia y Griega. Los anaqueles de la historia informan que fue en Europa que la cerveza de cebada tomó forma desde Armenia, Georgia, Rusia, Alemania, Bélgica y el Reino Unido, que se convertiría en la cerveza que conocemos en la actualidad.
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Santa Hildegarda, fue una teóloga y monja que se ha destacado a lo larga de la historia por diversas atribuciones que han influído hasta estos días en el mundo.
A ella se le atribuye el añadirle lúpulo a la cerveza y hacer de ella la bebida que conocemos actualmente. La inclusión del lúpulo en las recetas de cerveza, en sustitución de las mezclas de hierbas aromáticas utilizada hasta ese entonces, se debe, a las propiedades que describiera Hildegarda en uno de sus escritos, “Physica sive Subtilitatu”, que evitaba la proliferación de microorganismos que agriaban la cerveza y de esta forma, conseguían conservarla más tiempo, sobre todo en los meses más calurosos.
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¿Quién era Hildegarda de Bingen?
Nació en Bemersheim, al este de la actual Alemania, en el año 1098, fue la décima hija de una familia de la nobleza más baja. Sus padres decidieron ofrecerla a la Iglesia cuando tenía apenas 8 años.
Hildegarda, no era una niña cualquiera, siempre de destacó y mostraba una diferente sobre los demás. En su infancia afirmaba tener visiones místicas; incluso en su autobiografía cuenta que en su tercer año de vida, vio una luz tan grande que su alma tembló, además, afirmaba que veía muchas cosas y simplemente las decía.
Además, señaló que empezó a escuchar “una voz”, que la instruía sobre diversos asuntos y solo compartía los escuchado con su prima Jutta von Sponheim. A paritr de eso momentos nunca dejó de ver y escuchar en sus cabeza a lo que ella denminó a Dios diciendo que registrara de todo lo que era informada. Sus revelaciones abarcaban diversos campos, desde la religión y la medicina hasta la música, cosmología y alimentos y bebidas.
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Sus intuiciones fueron confirmadas por el mismo Papa Eugenio III, con lo que a Hildegarda se la puede considerar la primera teóloga que fue aprobada desde el Vaticano. En sus últimos años de vida fue abadesa de dos monasterios, realizó viajes por Alemania para predicar sus revelaciones, falleciendo a los 81 años.
