Clima
25ºC
23 noviembre 2024
Gladys Castellanos
Gladys Castellanos
Conductora de televisión con 15 años de experiencia, especialista en temas de moda, etiqueta, belleza, género, maternidad y sociales. Conductora en quiero tv.

El best player

18 octubre 2024
|
05:00
Actualizada
20:38

Hoy quiero abordar la experiencia sobre la empatía que muchas veces, como adultos, no sentimos para las personas que nos rodean. Hace unos días mis hijos tuvieron partido de futbol y como siempre, llegamos con todos los ánimos y actitud de coronarnos como ganadores del juego.

No había terminado la primera mitad y ya íbamos en desventaja en el marcador. El ánimo empezaban a decaer; las porras alentaban, pero el marcador no ayudaba.

Mi hijo mayor juega como defensa central, es decir el último que defiende la portería antes del portero.
En una jugada de tiro libre, él defendía su posición y en un mal movimiento el balón pegó en el poste de la portería y rebotó en su talón, provocando que marcara un autogol.

Cuando se percató del error que fue meramente accidental, se llevó las manos a la cara, se derrumbó de rodillas y comenzó a llorar.

Confieso que mi corazón en ese momento estaba igual que el de mi hijo, lleno de coraje y frustración. Quería correr a abrazarlo y consolarlo pero no podía entrar a la cancha. Me limité a gritarle con todas mis fuerzas: ¡No pasa nada mi amor, tú eres más que eso, arriba, el juego aún no se acaba!

Cuando él escucho mi grito se limpió las lágrimas, se levantó con la cara en alto y siguió.

Me quedé pensado y reflexioné el episodio. Realmente no pasa nada cuando nos equivocamos. Cuando nos caemos, nos levantamos; cuando cometemos errores, nos hacen aún más humanos, más fuertes.

No habían pasado ni 10 minutos cuando ocurrió lo mismo, ahora con un jugador del otro equipo. Se marcó un autogol a nuestro favor y el niño, igual que mi hijo, se derrotó y comenzó a llorar. Mi hijo del otro lado de la cancha, mientras sus compañeros celebraban el gol a favor, corrió y le extendió la mano para ayudarlo a levantarse; le retiró las manos de la cara y le dijo “ánimo, no pasa nada”. Me dio un abrazo y se fue de nuevo a su posición.

Yo contuve las lágrimas de orgullo por ver cómo Matías había tenido ese gesto tan lindo para su rival.

Varias mamás y papás que se encontraban ahí, me compartieron que les parecía hermoso lo que había hecho mi hijo. Me sentía, de verdad, como pavorreal.

Matías volteó y me vio, como diciendo, “Mamá, de verdad no pasa nada”. Aplaudí fuerte su compañerismo y su actitud deportiva.

Al final, perdimos. Nos golearon 11-5 pero todos los que estuvimos presentes ganamos una experiencia y una lección.

Cuando salió mi hijo, lo único que pude decir es que estaba muy orgullosa de él y que ese día él había sido el acreedor al best player.

La vida nos pasa por enfrente y muchas veces no somos capaces de ver alrededor y ser empáticos con el dolor ajeno. Hay personas que se alegran de las tristezas o desgracias ajenas y me pregunto qué nos falta para entender que en la medida que seamos más y mejores personas, nuestro entorno y la sociedad estará menos fracturada.

El trabajo en equipo siempre es aún más enriquecedor.

A solas, somos una simple gota, pero juntos somos un océano increíble.

*Las opiniones y contenidos en este texto son responsabilidad total del autor y no de este medio de comunicación.
Logo Quiero Tv
Canal de televisión que trasmite contenidos de noticias, deportes y entretenimiento por sistemas de paga desde 1994 y ahora por señal abierta en el canal 10.1 para el Área Metropolitana de Guadalajara.
Redireccion a facebook Quiero Tv
Redireccion a X Quiero Tv
Redireccion a instagram Quiero Tv
Redireccion a youtube Quiero Tv