Sea como sea, el 6 de diciembre que llegue a Casa Jalisco, Pablo Lemus Navarro encontrará una realidad que no vivieron ninguno de los gobernadores de oposición que lo antecedieron, desde Alberto Cárdenas Jiménez hasta Enrique Alfaro Ramírez, a saber: Un Área Metropolitana de Guadalajara dividida políticamente, un Congreso local en manos de la oposición, una débil presencia de diputados federales y senadores, muchos municipios del Estado gobernados por Morena, el PRI o el PAN, y un gobierno federal encabezado por Morena.