Hoy en nuestro país se habla mucho sobre la reforma al Poder Judicial y todo lo que puede desencadenar en materia de certeza jurídica y Estado de Derecho; seguramente habrá una afectación, pero hoy ya estamos mal.
Según la edición 2024 del Índice de Estado de Derecho, que realiza el World Justice Project, México empeoró, bajando del lugar 116 al 118 entre un total de 142 países, teniendo una puntuación de 0.41, recordando que en los últimos años se ha ido decreciendo en este puntaje, pasando de 0.48 en 2015 a 0.41 en esta última edición.
Pero hablar de Estado de Derecho no solamente es el cumplimiento de la ley; existen otros factores que se miden, por ejemplo, ausencia de corrupción, justicia penal y orden y seguridad, ocupando los siguientes lugares:
– Límite al poder gubernamental, lugar 105 de 142.
– Ausencia de corrupción, lugar 135 de 142.
– Gobierno abierto, lugar 47 de 142.
– Derechos fundamentales, lugar 95 de 142.
– Justicia penal, lugar 132 de 142.
– Cumplimiento regulatorio, lugar 106 de 142.
– Orden y seguridad, lugar 133 de 142.
– Justicia civil, lugar 131 de 142.
Desafortunadamente, no estamos bien en Estado de Derecho y es clave para el futuro de México, y pareciera que la administración pasada y la actual, han contemplado que no se requiere para el desarrollo del país, porque en cuestión de reformas y toma de decisiones, se está afectando su cumplimiento.
Como ejemplo claro tenemos la reforma al Poder Judicial o la reforma de la llamada Supremacía Constitucional, que lo único que generan es incertidumbre y falta de certeza jurídica, ya que tanto inversionistas extranjeros como nacionales, o la población en general se podrán ver afectados cuando requieran acceso a un sistema judicial eficiente e imparcial. Eso es lo que está en riesgo: el Estado de Derecho, el cumplimiento de la ley y la certeza que todo ciudadano debe tener.
Estamos cayendo en la idea que este tipo de reformas sólo buscan afectar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia, magistrados y jueces. Claro que ellos serán afectados en la parte laboral, pero las y los ciudadanos tendremos como consecuencia un sistema judicial parcial y tal vez menos eficiente, lo que traerá mayores problemas para el desarrollo social y económico del país, porque hoy se decidió privilegiar la parte política y dejar fuera a las y los ciudadanos.
El PAN siempre estará del lado de las y los ciudadanos, señalando lo que se está haciendo mal y acompañando lo que se haga bien desde el gobierno, nunca siendo cómplice en decisiones que pongan en riesgo la estabilidad social, política y económica del país y sobre todo, el Estado de Derecho.
En el PAN siempre hemos sido partidarios del cumplimiento de la ley y el respeto a las instituciones.