Empresarios y artistas van poco a poco evitando presentarse en lugares de México o son más limitados las sedes y fechas para presentaciones locales, por tratar de seguir laborando en Estados Unidos, donde los ingresos y las presentaciones terminan siendo más redituables al tener un público con mayor ingreso y estabilidad económica, y con una gran necesidad de distracciones y entretenimiento de primer nivel. Los espectáculos masivos presentan una dinámica de vida ya muy conocida y popularizada; todo el tiempo están renovándose. Esto, refiriéndonos al mercado hispano.
Después de la victoria electoral de Donald Trump ante Kamala Harris en los Estados Unidos, la incertidumbre de qué es lo que va a pasar en México y cómo repercute en la economía familiar es mucha. Podríamos hablar de que la gente se preocupa por el tema del ingreso económico por las remesas que llegan de Estados Unidos y muchos de los negocios tienen que ver con la frontera de Estados Unidos con impacto en diferentes niveles, y esto puede provocar que muchos de los eventos que se presentan en México se afecten; es posible que esto se refleje en conciertos o presentaciones teatrales
Estos efectos colaterales pueden originarse por la preocupación de las personas sobre una posible caída en la economía, debido a varias promesas de campaña que hizo Donald Trump y que pueden afectar los ingresos en la economía mexicana.
Es evidente que hay ciertos sectores que no reflejan el común denominador de preocupación por la economía y es posible que siga la operación de la industria del entretenimiento, independientemente de asuntos electorales y políticos, pero también existe una gran parte de la población que cada vez va teniendo más dificultad para destinar parte de sus ingresos a actividades culturales o de entretenimiento. Esto dificulta poder ir a ver o quizás viajar para disfrutar y acudir a un concierto del artista que más te gusta.
La incertidumbre económica también se convierte en un riesgo alto para nuevos empresarios o emprendedores al tratar de invertir en estructuras para nuevos espectáculos que no sean tan populares y se presentan en estadios o recintos con gran capacidad; sin duda, se bloquean nuevas presentaciones de talento independiente.
El entretenimiento es una parte importante en el esparcimiento familiar y aunque pareciera que directamente no tiene relación con la actividad política, en el fondo sí debe considerarse que estos cambios generan problemas en las inversiones y creaciones de nuevos espectáculos.