En la administración estatal de Emilio González se apostó por la ampliación de las rutas del sistema BRT o Macrobús en el Área Metropolitana de Guadalajara, con la intención de ampliar este modelo articulado, así como dar mayor seguridad y eficiencia en el servicio de transporte público masivo. Pero el plan fracasó. Apenas se concretó en 2009 la ruta de la Calzada Independencia.
El motivo fue simple: en ese tiempo, Aristóteles Sandoval era alcalde de Guadalajara y, en su campaña a la gubernatura, prometió la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero, apoyado por el entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, quien luego se convertiría en presidente de México y apoyaría la edificación de la nueva ruta del Siteur.
En esa historia se cristalizó la Línea 3, pero previamente se evidenció un capricho o una decisión populista que frenó uno de los mejores proyectos de transporte público masivo para la ciudad.
En el mismo eje donde se construyó la Línea 3 estaba proyectada la segunda ruta del Macrobús. Incluso se destinaron más de mil millones de pesos por parte del Gobierno de Felipe Calderón, que se tiraron a la basura porque Aristóteles Sandoval apostó por la nueva ruta del Tren Ligero.
La realidad es que ese derrotero no tenía el suficiente aforo de pasajeros para una línea del Tren Ligero, por lo que era viable o factible un BRT; sin embargo, los priístas cumplieron su capricho y construyeron una Línea 3 que actualmente sigue subutilizada, con la estupidez de que los camiones compiten con el sistema eléctrico en todo el eje y con una cicatriz en la imagen urbana de la metrópoli —el sobreprecio millonario o la duplicación del costo es otro tema—.
Lo mejor para la ciudad era el sistema BRT y todas las líneas que se habían proyectado. Y el éxito del Peribús es la prueba tangible —hoy registra más de 300 mil viajes y, en rentabilidad, compite en números con las tres líneas del Tren Ligero—.
Todo ese contexto vale la pena recordar porque está brotando una historia similar a la de 2009. El gobernador Pablo Lemus proyecta un sistema masivo en el corredor de la Carretera a Chapala para enlazarlo con el Peribús y que sea una nueva ruta hacia el Estadio de las Chivas. Requiere del apoyo federal o de la iniciativa privada para que cuaje, pero se está remarcando otro proyecto de los munícipes de Tonalá y El Salto, Sergio Chávez y Nena Farías, quienes impulsan una ruta diferente en el Oriente de la ciudad, en la zona del Periférico Oriente y paralela a la Carretera a Zapotlanejo, conectando con la cabecera municipal de Tonalá.
¿Cuál es el mejor proyecto? Se debe priorizar al que tiene la mayor viabilidad o factibilidad. Y el proyecto de Pablo Lemus cumple con esa característica por todo el caos vial que se padece en la Carretera a Chapala.
En voz de la diputada Merilyn Gómez Pozos se afirma que Claudia Sheinbaum apoya el proyecto de Chávez y Farías, aunque se debe recordar la historia del Macrobús y la Línea 3. El tema es preciso: construir en este momento una ruta del transporte masivo en esa zona del Oriente de la ciudad es apostar a un sistema que estará subutilizado y se cometería el error de expandir la ciudad hacia el Oriente con nuevos fraccionamientos, cuando lo correcto es consolidar una ciudad compacta o que no se expanda más.
Se debe atender la actual crisis en la Carretera a Chapala.
Se debe apostar a lo prioritario.