Se cumplen casi tres meses y medio desde la detención de Ismael “Mayo” Zambada en los Estados Unidos. El evento que se convirtió en noticia mundial el pasado 25 de julio de 2024, ha provocado no sólo una crisis política nacional, sino también una guerra intestina dentro de Sinaloa, el territorio del que fue capo durante décadas.
En el afán de contar el tiempo pasado, también se dice que el choque de los dos grupos delincuenciales dominantes en Sinaloa ya lleva dos meses provocando desapariciones, homicidios, violencia en las calles y carreteras; robos e incendio de vehículos y entre otros efectos, la caída de la actividad económica y hasta la suspensión de clases del sistema educativo básico.
Pero también es verdad que el gobernador sinaloense, Rubén Rocha Moya, de quien el detenido “Mayo” Zambada aseguró que estuvo presente en el domicilio donde fue “secuestrado” para ser llevado a los Estados Unidos, sigue en el poder y apoyado por la presidencia de la república, pues antes contó con el respaldo de Andrés Manuel López Obrador y ahora tiene el de Claudia Sheinbaum Pardo.
Rocha Moya, quien le pidió ayuda al Ejército Mexicano, a la Guardia Nacional y al nuevo secretario de Seguridad Ciudadana del gobierno federal, Omar García Harfuch, sigue en el gobierno estatal a pesar de que desde la ciudadanía, se promovió la aplicación de una revocación de mandato. No prosperó.
Su más reciente ridículo tiene que ver con la cancelación de la Feria Ganadera de Sinaloa.
Los organizadores anunciaron que el evento –de alcance nacional y con la calendarización de eventos artísticos y conciertos–, su suspende porque no se puede garantizar la seguridad de los asistentes, tanto público como invitados y artistas.
Después, el secretario general de Gobierno, Feliciano Castro, aseguró que la Feria Ganadera se suspende no por riesgo de violencia, sino porque no se garantizó la asistencia de visitantes.
Y como no podía quedar fuera, el gobernador Rubén Rocha Moya también intervino en las declaraciones y presentó su versión: La Feria Ganadera no se suspende por inseguridad ni por baja asistencia; queda suspendida para evitar el uso y promoción de narcocorridos.
Sinaloa está perdiendo en todos los órdenes: sociales, económicos, de seguridad.
Tienen un gobernador que ya debería haber renunciado. Pero lo sostienen desde la presidencia de la república.