Javier Aguirre y el Tricolor enfrentan este viernes la prueba de fuego en este nuevo proceso, nuevo porque es el tercero en un ciclo mundialista que no tiene eliminatoria, pero eso lo tocaremos en otro momento.
Esta semana el “Vasco” y sus muchachos deberán trabajar conscientes de lo que se juegan: el prestigio del área geográfica. La Selección Mexicana, en tiempos recientes, ha sufrido y se celebran las victorias que antes eran “normales” y hoy pareciera son “gigantes”. El cambio generacional no llegó o no ha llegado, y ahora con Aguirre y Márquez al frente no parece que esté cercano.
Guillermo Ochoa es el principal eje de la discusión en ese tema. ¿Recibirá la oportunidad Luis Malagón o el peso de la trayectoria de Memo le asegura la titularidad?
Muchas dudas y cuestiones se deberán resolver este viernes por la noche. México se mete a una cancha muy complica ante Honduras. Una prueba que no será sencilla. El inmueble que visitan en San Pedro Sula, porque el escenario del Francisco Morazán es una cancha que de verdad intimida, donde tienes a la afición en tu contra y a menos de dos metros de distancia en todo momento; que se hace sentir y que históricamente ha dado buenos resultados a los catrachos.
Los primeros 90 minutos de la ronda de cuartos de final de la Liga de Naciones.
La prueba más esperada tras el fracaso en la Copa América.
México intentará recuperar con Aguirre la etiqueta de “gigante” que hoy en día está muy lejos de obtener; de momento, lo único que nos queda claro es que el cuerpo técnico le ha regresado a los seleccionados el deseo por vestir la verde y defenderla con orgullo siempre que la usen.
Para ti, estimado lector: ¿La Selección podrá vencer a Honduras, o será más de lo mismo con la también llamada “decepción mexicana”?