La mutación delictiva de los cárteles
A raíz de la fuerte presión que ha realizado Estados Unidos a nuestro país, se ha desatado un fenómeno que antes no se veía con frecuencia: la mutación de las operaciones delictivas del narcotráfico para la realización de delitos del fuero común, entre los que destacan robo a mano armada, robo de vehículos, extorsión o cobro de piso, secuestro, robo a casa habitación, robo a negocios, entre otros; esto es, han aprovechado la debilidad del Estado mexicano para la persecución de los delitos, para utilizando sus células delictivas, realizar actos de la delincuencia común, ya que el trasiego de drogas a Estados Unidos (fin último de toda organización delictiva), se ha visto suspendido por los fuertes controles que existen en la frontera, así como por la modificación de parte del gobierno federal en cuanto al cuidado de las aduanas y aeropuertos, siendo tomadas de manera primaria para su vigilancia, por parte de la Secretaría de Marina, la que de manera adecuada ha rendido frutos para evitar la proliferación del tráfico de estupefacientes.
Ahora bien, los números no dejan mentir cuando vemos en estados como Jalisco, cómo se ha disparado el cobro de piso en lugares donde antes no sucedía, cómo en paradores comerciales del centro de la ciudad, o en lugares como la famosa calle 5 de Febrero o Los Ángeles, famosas por ser las calles donde se comercializan las autopartes de dudosa procedencia, al igual que ha sucedido en Avenida Obregón y en Medrano, conocidas como la Zona del Vestir, donde igual ocurren dichas extorsiones, privaciones ilegales de la libertad y hasta lesiones a quienes no cumplen con la cuota, para con posterioridad llegar hasta incendiar sus locales, todo esto ante la ausencia de autoridad que ponga un alto a dichas ilegalidades.
De igual manera, hemos visto cómo se ha disparado el delito de secuestro, donde de manera por demás “amateur”, los delincuentes privan de la libertad a sus víctimas, utilizan sus cuentas de banco, van a cajeros y disponen del recurso, así como utilizan los celulares de las víctimas, donde aprovechándose de la lentitud de la Fiscalía en su actuar, disponen de las cantidades que quieren y no es sino hasta semanas después que se logra llevar a cabo la detención de dichos delincuentes mediante la geolocalización de los equipos, consiguiendo en muchas ocasiones liberar a otras personas secuestradas.
El crimen ha mutado y hay que estar más alerta que nunca como ciudadanos, ante la estrategia que encabeza Omar García Harfush en contra de los grupos delictivos, la cual generará más violencia en contra de la ciudadanía por los motivos antes expuestos.
