A los nueve años, una niña mide aproximadamente 1.27 metros y pesa menos de 30 kilos, es frágil; todavía está mudando sus dientes de leche. Está creciendo, pero es una niña y no toma decisiones por sí sola, por lo que el trabajo de un adulto es protegerla en lugar de vulnerar sus derechos humanos para convertirla en la esposa de un adulto a la fuerza.
En Irak la llamada Ley de Estado Personal y sus Enmiendas de 1959 que hasta hoy permite el matrimonio de hombres adultos con menores de 18 años está por votar un nuevo proyecto para que el matrimonio infantil sea legal, en el que se permita a un hombre mayor desposar a una niña de hasta nueve años.
Desde que se dio a conocer la propuesta en abril de este año, las marchas de activistas no se han hecho esperar. Según la Unicef, actualmente el 28% de las mujeres en Irak se casaron antes de los 18 años; de acuerdo con la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Irak (UNAMI, por sus siglas en inglés) el 22% de los matrimonios realizados fuera de los tribunales involucran a niñas menores de 14 años, por lo que los cambios en la ley pretenden reducir el numero de matrimonios no registrados sin importar que sea una violación a sus derechos.
Aunque el matrimonio con menores de entre 15 y 18 años era legal con el consentimiento de los padres, considerar matrimonios con niñas de nueve años habla de una legalización para anular los derechos de las mujeres desde temprana edad, para convertirlas en esclavas sexuales hasta que la adolescencia abra la posibilidad de los embarazos que pongan en riesgo su salud y la de sus hijos.
Mientras cada vez más países tratan de erradicar el matrimonio infantil, Irak pretende aprobarlo. Esta es la tercera vez que se propone la iniciativa, rechazada en 2014 y 2017; sin embargo, pareciera que los derechos humanos en ese país están retrocediendo en lugar de dar pasos hacia adelante, pues mientras los legisladores criminalizan las relaciones homosexuales y las expresiones transgénero con hasta 15 años de prisión, promueven la legalización de la violación a niñas y adolescentes. Confiemos en que la iniciativa sea rechazada nuevamente.