El presidente de Rusia, Vladimir Putin, emitió la advertencia de manera directa hacia Estados Unidos al actualizar la doctrina nuclear de Rusia, en un movimiento que reduce el umbral para justificar el uso de armas nucleares.
Este anuncio ocurre pocos días después de que el gobierno de Joe Biden supuestamente autorizará a Ucrania a utilizar misiles estadounidenses para atacar dentro del territorio ruso, lo que incrementa aún más las tensiones entre ambas potencias.
La nueva política denominada “Los fundamentos de la política estatal en el ámbito de la discusión nuclear”, detalla escenarios específicos que podrían llevar a Rusia, la mayor potencia nuclear del mundo, a emplear su arsenal. Según el documento, Moscú podría recurrir a armas nucleares si enfrenta una agresión con armas convencionales que amenacen de manera crítica su soberanía.
Rusia avisó a Estados Unidos con una antelación de 30 minutos su intención de disparar un misil balístico hipersónico contra Ucrania, indicó el jueves el portavoz del Kremlin, citado por las agencias de noticias rusas.
Según el documento, Moscú podría recurrir a armas nucleares si enfrenta una agresión con armas convencionales que amenace de manera crítica su soberanía o integridad territorial, o la de su aliada, Bielorrusia. El texto actualizado amplía las condiciones bajo las cuales Rusia podría considerar el uso de armas nucleares. El Kremlin justificó estas medidas como un mecanismo para garantizar la disuasión, dejando claro que cualquier agresión contra Rusia o sus aliados enfrentaría represalias inevitables. “Consideramos las armas nucleares un medio de disuasión”, afirmó el Kremlin, subrayando que los cambios buscan dejar sin ambigüedades las posibles respuestas a los enemigos potenciales.
Este anuncio ocurre en medio de una escalada de tensiones entre Rusia y Occidente. Tanto Moscú como Washington controlan el 88% de las cabezas nucleares a nivel mundial, lo que mantiene al mundo en vilo ante la posibilidad de una confrontación nuclear. Según los términos de la doctrina, Putin mantiene el control exclusivo sobre la decisión final de emplear el arsenal ruso.