En la mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, este 27 de noviembre, se presentó Altagracia Gómez Sierra, la joven y exitosa empresaria de origen jalisciense que coordina el Consejo Asesor de Desarrollo Económico, Regional y Relocalización de Empresas. En el evento se presentó a los integrantes de este consejo y reiteró que su plan de trabajo es promover y hacer realidad la estrategia de relocalización de empresas (nearshoring), además de apoyar y promover acciones privadas para atraer inversiones extranjeras, generar empleos y promover el desarrollo en las diferentes regiones del país.
Se dice en unos pocos renglones, pero es una tarea titánica y que parece entrar en competencia con el ideario mismo del “segundo piso de la cuarta transformación”. Altagracia Gómez encabeza un consejo que tiene muy altos objetivos, pero que antes de empezar a trabajar ya está enfrentando obstáculos crecientes:
– La animadversión del gobierno de Donald Trump y las advertencias de aplicación de aranceles.
– El nuevo frente contrario a los intereses mexicanos, encabezado por las autoridades del gobierno canadiense.
– La baja en la calificación crediticia internacional a las posibilidades de crecimiento de la economía nacional para el año entrante.
– El ajustado presupuesto federal que está en estudio y proceso de aprobación en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, a pesar de los problemas que sí serán reales a partir del inicio de la administración de Donald Trump como presidente estadounidense y que presionarán la economía nacional, también es cierto que hay fuertes aliados empresariales norteamericanos que antes de alejarse de México, pretenden fortalecerlo como socio comercial.
Altagracia Gómez Sierra fue más allá de la mera presentación del consejo asesor e incluso anunció algunos llamativos proyectos como el lanzamiento de un satélite mexicano y la organización, desde nuestro país, de la primera misión espacial completamente latinoamericana.
Eso es muy aplaudible, pero lo importante será mantener, con toda la problemática vigente y las múltiples barreras legislativas que se están generando desde las cámaras de Diputados y Senadores, el atractivo de México como destino de inversiones y relocalización de empresas de origen estadounidense.
Asunto aparte, y mucho tendrán que decir y opinar los empresarios asesores de Sheinbaum, es la política energética, el uso presupuestal y el mantenimiento y crecimiento de las rutas de transporte de mercancías, en carreteras, trenes y vuelos.
Altagracia Gómez Sierra ha sido una sensación desde que se anunció su integración al proyecto del “segundo piso de la cuarta transformación”, por su origen, su juventud y su visión. Ahora le toca al gobierno de Claudia Sheinbaum facilitar las condiciones para que los objetivos se conviertan en realidad.