Durante los primeros meses de reapertura, solo se permitirá el acceso a grupos religiosos y turistas con guía a partir del 1 de febrero y el 9 de junio, respectivamente.
El 15 de abril de 2019, un devastador incendio arrasó el techo de la emblemática catedral de Notre-Dame de París, dejando el icónico edificio medieval envuelto en llamas. Aunque el tejado se derrumbó y la aguja se desplomó, los campanarios y la fachada resistieron, evitando una destrucción total. Con el paso del tiempo y gracias a un esfuerzo internacional sin precedentes, la catedral está lista para reabrir sus puertas al público el 8 de diciembre de 2024, en una ceremonia que marcará su renacimiento tras el desastre.
La reapertura oficial de Notre-Dame será el 7 de diciembre, cuando el presidente francés Emmanuel Macron pronunciará un discurso ante la catedral. Después, el arzobispo de París, Laurent Ulrich, golpeará con su báculo las pesadas puertas del templo, que serán abiertas en respuesta a un salmo cantado desde su interior. La ceremonia culminará con una misa y la bendición del antiguo órgano de la catedral, que comenzará a sonar por primera vez tras la restauración. Aunque aún no se ha publicado la lista oficial de invitados, se espera la presencia de figuras internacionales, como Jill Biden, esposa del presidente de Estados Unidos, mientras que la asistencia del presidente electo Donald Trump aún está pendiente.
La reconstrucción fue posible gracias a una abrumadora ola de donaciones que superó los 840 millones de euros (882 millones de dólares), entre las cuales destacan las contribuciones de los multimillonarios del lujo François Henri Pinault y la familia Arnault. Con esta ayuda, no solo se restauró lo dañado por el fuego, sino que también se limpió la piedra y las pinturas que se habían ennegrecido con los años. Los trabajos, que duraron cinco años, implicaron la colaboración de miles de artesanos y expertos en restauración. Además de las reparaciones estructurales, se renovaron y restauraron los mobiliarios, y se rescataron valiosos objetos de arte durante el incendio, incluidos cálices y reliquias de incalculable valor, gracias a los valientes esfuerzos de los bomberos.
La catedral abrirá sus puertas al público la tarde del 8 de diciembre, entre las 17:30 y las 20:00 horas. Debido a la alta demanda, se espera que haya largas colas, por lo que se recomienda reservar entradas en línea a través de la página web oficial de Notre-Dame. La entrada será gratuita, y la Iglesia se ha mantenido firme en su postura de no cobrar por la visita, aunque el debate sobre la posible implementación de tarifas continúa en Francia. A partir de 2025, Notre-Dame planea recibir entre 14 y 15 millones de visitantes anuales. Durante los primeros meses de reapertura, solo se permitirá el acceso a grupos religiosos y turistas con guía a partir del 1 de febrero y el 9 de junio, respectivamente. Con su reconstrucción, Notre-Dame no solo se reafirma como un símbolo de la cultura y el patrimonio francés, sino también como un testimonio de la resiliencia de la ciudad de París y del mundo entero frente a la adversidad.