Jonás

El Área Metropolitana de Guadalajara amaneció “cobijada” por una densa cortina de humo este 25 de diciembre, día de Navidad. Fue total contaminación.
Durante la temporada de frío, en nuestra ciudad se ha repetido cada año el fenómeno de la mala calidad del aire, sobre todo en la Zona Sur, por el rumbo de Las Pintas, Miravalle, Loma Dorada y Santa Fe. 
Al menos en las últimas semanas de 2024, la reacción de la autoridad para aplicar operativos ha sido muy tímida. Casi inexistente.
La actividad industrial y el tránsito vehicular han sido tan intensos como siempre, e incluso más. 
Al amanecer la Navidad de este 2024, en una ciudad silenciosa, casi dormida, la luz del Solo iluminó las colonias sumergidas en una espesa y densa capa de neblina blanca. Y no, no era neblina lluviosa, sino los residuos del humo contaminante de fogatas y pirotecnia que miles de jóvenes y adolescentes encendieron para celebra la Nochebuena. 
Sorprende que esto ocurra cuando llevamos años bajo la advertencia científica de que paulatinamente, ha empeorado la calidad del aire que respiramos en la ciudad. Con estudios médicos, científicos de la Universidad de Guadalajara apoyados por estudios que surgen de los Hospitales Civiles, comprobaron que van en aumento las muertes de personas por causas relacionadas con enfermedades crónicas y respiratorias.
Seamos claros: que el 25 de diciembre la ciudad amanezca contaminada en la mayor parte de su extensión, no va a dejar un tiradero de cadáveres por las calles. El escenario no es apocalíptico, pero sí es preocupante.
Los adultos mayores, las personas con enfermedades crónicas como el asma, los menores de edad de cinco años, sí son víctimas constantes de esta contaminación. Y no se puede tomar una única medida para prevenir y proteger. 
Se requiere, eso sí, de sanciones enérgicas por ejemplo a la producción de pirotecnia, que pueden ser apoyadas por los gobiernos municipales; se requiere de medidas para reducir el tránsito vehicular (por años se ha rechazado la medida del “hoy no circula” que aplica en Ciudad de México), y es urgente también, la colaboración de la gente. 
¿Por qué se festeja la Navidad con la quema de pirotecnia y fogatas? 
Se trata de un tema cultural y de conducta social.
Y eso se deben invertir recursos y mensajes que inhiban este comportamiento. Pueden colaborar la Secretaría de Educación en las escuelas; las dependencias públicas en todos sus ámbitos de trabajo; los actores públicos con cargos de mayor conocimiento popular; las campañas mediáticas de concientización. 
Lo que no debe seguir sucediendo es que dejemos llegar el temporal de frío y los días de fiesta para sólo comprobar en la mañana que, otra vez, la mayoría no hizo caso de las recomendaciones.

Contaminación y festejo

En jornadas como la de hoy es imperdonable no estar en sintonía con el ambiente generalizado de festejo y alegría. Es Navidad. 
Sin embargo, la realidad no conoce de pausas ni tampoco se ablanda, ni tiene momentos emocionales. En México y en Jalisco estamos padeciendo de una oleada de violencia e inseguridad que se manifiesta con hechos diferentes, algunos sumamente crueles, y que se contabilizan todos los días en estadísticas de detenciones, agresiones y muertes.
La violencia, por otra parte, no es un asunto que recién se haya hecho presente. Llevamos sexenios así. La cantidad de homicidios en el sexenio de Felipe Calderón espantó a la nación, pero luego aumentó durante la administración de Enrique Peña Nieto y creció todavía más, a pesar de las promesas y los discursos oficiales, durante el sexenio de la “cuarta transformación” de Andrés Manuel López Obrador. 
Actualmente, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, con una reforma constitucional y el respaldo total al secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, debe atender los picos de violencia que se presentan en Sinaloa, Guanajuato y Michoacán, Estado este último donde las víctimas han pasado a ser los integrantes del Ejército Mexicano.
También le corresponde dar respuesta a la descomposición de la estructura de seguridad que ha azotado a Guerrero, Chiapas y recientemente, al Estado de Tabasco.
Cada Estado, cada región del país, tiene explicaciones distintas. No se puede elaborar un diagnóstico de la crisis de manera simplista o con explicaciones generales.
Sin embargo, sí hay causas que se identifican en todas partes: Debilitamiento de policías locales; infiltración de la delincuencia organizada en los gobiernos locales y en todos los estratos sociales; incumplimiento de la legalidad; condiciones de relativa pobreza y principalmente, falta de impulso a la educación y la cultura. 
Las comunidades, grandes o pequeñas, sin nuevas generaciones educadas y culturizadas, son carnada fácil, casi gratuita, para la criminalidad organizada.
¿Qué es lo que pueden hacer los gobiernos federal, estatales y municipales? Cooperar estrechamente, sin remilgos por sus identidades políticas y partidistas; reconocer las desventajas y hacerse fuertes porque el crimen organizado penetra hasta el último rincón. Deben ser realistas.
La presidenta Sheinbaum, para empezar por el gobierno federal que encabeza, debe aplicar también medidas de diálogo y colaboración con las autoridades locales, en la certeza de que saben más y pueden lograr más, quienes son residentes de las zonas con problemas de violencia e inseguridad.
Y mientras tanto, pueden seguir los mensajes de buenos deseos, de anhelos de mejora en Navidad y pronto en Año Nuevo. 
Pero como decía el viejo refrán y viene “como anillo al dedo” en estas fechas: A Dios rogando y con el mazo dando.

Fiestas navideñas y la dura realidad

La fiesta de Navidad es universal y se recibe con júbilo. A lo largo de los siglos y gracias a circunstancias tan variadas como la influencia mundial de Occidente, la fiesta del nacimiento de Jesús de Nazareth se instaló en el imaginario de sociedades tan diversas como las latinoamericanas y las asiáticas. 
No discutamos exactitudes históricas. ¿Jesús de Nazareth nació realmente el 25 de diciembre? ¿Eran tres los reyes de Oriente que acudieron a presentarle veneración y le entregaron regalos simbólicos? ¿Ángeles del cielo bajaron hasta donde los humildes pastores para revelarles el nacimiento de El Salvador del mundo? ¿Hubo una estrella que iluminó el Oriente?
Si son leyendas o no; si se construyeron al paso de los siglos por motivos que se perdieron en la neblina de los tiempos, forman parte de otros análisis. 
En este espacio, haciéndome eco de los deseos de bienestar que todos en el equipo de quiero tv tenemos para con nuestros televidentes y lectores, para con nuestra ciudad, nuestro Estado y nuestro país, recupero un mensaje central que está totalmente vigente: la urgencia de paz para todos.
En otra época, la Navidad estaba ligada directamente a la práctica religiosa.
Actualmente, esta fiesta escapó a ese marco por razones históricas y sociales que no revisaremos ahora. Sin embargo, personajes de la Iglesia Católica mantienen autoridad moral para guiar a millones de personas en la celebración.
El arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, comentó en su mensaje anual sobre Navidad que el mensaje permanente de esta fiesta es la paz. 
Subrayó que en un tiempo en el que imperan la violencia y las guerras (Medio Oriente y Ucrania, por ejemplo), la Navidad nos recuerda el objetivo de la paz. “Cada guerra es una derrota para la humanidad”, dijo el cardenal Robles, parafraseando directamente al Papa Francisco. 
En nuestro entorno, aunque no hay una guerra convencional con otra nación, sí se padecen las consecuencias de la violencia generada por muchas fuentes, como la delincuencia.
Por eso, lo más valioso en esta fecha es internalizar la intención de una festividad como ésta: el Nacimiento de quien proclamó la paz. 
Que gocen una Feliz Navidad.

La Navidad y su mensaje de paz

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo estuvo en Mazatlán este domingo. El más importante tema de los que abordó fue el de la violencia e inseguridad que se vive en Sinaloa. Su arribó coincidió con el cambio de secretario de Seguridad en el Estado y con la nueva declaración de Donald Trump, que pretende declarar “terroristas” a los cárteles del crimen organizado. Ninguno de los asuntos es nuevo. Todo se ha abordado repetidamente.
La pretensión de Trump, que sigue hablando para satisfacer a sus seguidores, es enviar a elementos de sus fuerzas armadas a atacar a quienes producen y envían drogas a Estados Unidos. La salida jurídica que le permitiría hacerlo sin atacar unilateralmente a México, es que haya actividad terrorista que le permita encabezar la “defensa” de los estadounidenses; por ello la reiteración de declarar terrotistas a las organizaciones criminales.
La respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum es la misma que una y otra vez presentó su antecesor López Obrador: México está en disposición de colaborar, de trabajar conjuntamente para combatir la ilegalidad, pero sin ponerse en posición de subordinación, por su soberanía e independencia.
En Mazatlán, la presidenta insistió en que la estrategia de combate a la delincuencia es “atacar las causas”, aunque la demanda nacional, no sólo en Sinaloa si no en todo el país, es reaccionar contra la delincuencia, combatirlos y quitarles la libertad. Lo mismo piden en Sinaloa, Tabasco, Guanajuato, Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, Baja California, Jalisco y cualquier estado el país donde surgen los eventos de violencia extrema que involucran al crimen organizado.
Sin embargo, el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, con el apoyo de una reforma constitucional que le da más facultades y oportunidad de desarrollar actividades de inteligencia y uso de tecnología, está haciendo esa tarea, aunque reconoce que el proceso apenas comenzó.
En su declaración ante el país, en la rueda de prensa mañanera con la presidenta Sheinbaum, subrayó que hay primeros avances. 
Se nota que ahora él lleva la directriz y que al menos en las declaraciones públicas, ya no es la Secretaría de la Defensa Nacional la que coordina las tareas contra la violencia.
Habrá que esperar. Es indispensable.
El proceso de Donald Trump y sus ataques, descalificaciones y presiones, acelerarán el proceso.

Trump en México, la injerencia extranjera

Uno de los conflictos políticos más sonoros del fin de año es el que se generó entre dos de los líderes más visibles de Morena: Adán Augusto López y Ricardo Monreal Ávila. El asunto supera por mucho el ámbito de su influencia, en las cámaras de Senadores y de Diputados, respectivamente. El choque entre ellos, ya lo dijimos antes aquí, golpea de frente al proyecto y al gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo. 
El conflicto entre estos dos personajes (y obvio, los grupos que encabezan y se extienden por varios estados del país), encendió las alarmas y movilizó a la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, que en los últimos dos días ha estado en un “carrusel” de entrevistas en diferentes medios de comunicación, para llamar a la unidad a pesar de las diferencias.
De hecho, el Comité Nacional ha estado llamando a sus dirigentes de todo el país a presentarse en Ciudad de México donde se está subrayando este mensaje y pide eliminar toda difusión de los conflictos internos.
Jalisco, naturalmente, no es la excepción. La presidenta del partido en el Estado, Erika Pérez García, también ha sido llamada por la dirigencia nacional de Morena. 
Mención aparte merece el caso de Jalisco.
A pesar de que la marca “Morena” ha crecido considerablemente, en parte por la popularidad de Andrés Manuel López Obrador y de la misma Claudia Sheinbaum, y también debido al natural desgaste político del Partido Movimiento Ciudadano, no ha surgido un liderazgo que aglutine a todas las corrientes internas.
La división ha sido una constante en el morenismo y en días recientes, a una semana de haber asumido como presidenta del partido, Erika Pérez ya encabezó una movilización para expulsar a dos diputados del bloque, Brenda Carrera, de Morena; y Sergio Miguel Martín Castellanos, del Partido del Trabajo, por haber votado a favor del refinanciamiento de la deuda pública de Jalisco. 
Una mala señal, sin duda, que combinada con el conflicto Monreal – Adán Augusto, y las crisis de violencia en Sinaloa, Michoacán y Tabasco, entre otros estados, general graves perjuicios para la administración federal de Claudia Sheinbaum.
Al final, es evidente que Morena transita más por una ruta de división por varias razones. 
a) El liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum es socavado por la acción permanente del ex presidente López Obrador y los varios “jefes” que atienden más sus instrucciones que las de la presidenta. 
b) Es natural que desde ahora, estén todos avocados más a la actividad político-electoral de 2027 y 2030, que a la tarea de hacer gobierno. 
c) El proyecto de la “cuarta transformación” no ha superado todavía la línea principal de los programas sociales. Pero entregar recursos económicos a los grupos más desfavorecidos no ha provocado la presumida transformación. 
d) Es inviable aglutinar en un solo movimiento político a los retazos y grupos que se han unido a Morena provenientes del PRI, el PAN, el PRD y numerosos movimientos políticos que sólo aspiran a ocupar espacios de poder.

Preservar la unidad en Morena

Todavía está humeante la discusión sobre la reforma a la Ley del Infonavit. Los organismos empresariales, igual que los de trabajadores, están llamando a la presidenta Claudia Sheinbaum a un mayor diálogo y análisis. Y en ese entorno, el director general de este Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, Octavio Romero Oropeza, anunció ayer una red de corrupción que desde dentro, engaña a los trabajadores.
Romero Oropeza, quien por cierto dirigió a Pemex en el sexenio obradorista y prometió repetidamente que la refinería de Dos Bocas ya casi empezaba a refina –seguimos esperando–, estuvo en la conferencia mañanera presidencial y aseguró que han detectado al menos 12 mil operaciones fraudulentas que le han robado a los trabajadores mil 200 millones de pesos. 
El titular del Infonavit aseguró que están coludidos notarios públicos, trabajadores del Infonavit y constructores. En una red intrincada, venden hasta cuatro veces una sola casa y se roban el dinero del crédito del derechohabiente.
En Jalisco, desde el año pasado, sin que nunca se hiciera público de manera oficial, literalmente despidieron al delegado del Infonavit, Ramón Gómez Armentia. Los rumores indicaban que junto con él, habían sacado de sus oficinas a todos los directores y que se investigaba un desvío de recursos. ¿Es lo que denunció públicamente el nuevo director del Infonavit en el gobierno de Claudia Sheinbaum? 
En agosto pasado, se dio a conocer “muy de pasadita” que el nuevo titular del Infonavit en Jalisco es Ricardo de Jesús de la Torre Briseño. Prácticamente ha estado metido en su oficina porque no ha hecho ningún anuncio público y menos aún, ha informado qué ocurrió con su antecesor y si hubo desvío de recursos o alguna otra irregularidad.
La reforma a la Ley del Infonavit ha alimentado, aunque el gobierno federal no lo reconozca, una auténtica rebelión que está uniendo a diferentes organismos donde están representados trabajadores y empresarios. Sencillamente, no confían en que si la autoridad toma la rectoría sobre los fondos económicos que aportan los empleados dados de alta en Hacienda, no habrá abusos, negligencias o incumplimientos.
Se exige mantener el esquema tripartito de decisiones en el que tienen que estar de acuerdo los diferentes sectores. 
Quizá esperaban desviar la atención, pero les falló el “timing”. Mientras se discute la reforma y se duda abiertamente de la buena voluntad gubernamental, ¿dan a conocer que hay una red de fraudes y que ésta operó durante el sexenio de la 4T? 
Eso sólo genera más desconfianza.

Fraudes en el Infonavit

Dos de los políticos y operadores más poderosos del nuevo sexenio, el senador Adán Augusto López y el diputado Ricardo Monreal Ávila, han ventilado una lucha abierta que apenas es la expresión de un conflicto soterrado que arrastran desde el sexenio anterior, cuando siendo presidente Andrés Manuel López Obrador, podía refrenarlos y obligarlos a trabajar en pos de objetivos comunes.
Actualmente, cuando no ha completado todavía ni tres meses como presidenta, Claudia Sheinbaum sufre una profunda fisura dentro de Morena y del movimiento que fue bautizado como “la cuarta transformación”. Si no consigue disminuir la batalla entre los dos personajes, el daño puede ser tremendo y reflejarse incluso en los resultados electorales del año 2027, pero con consecuencias inmediatas mucho antes. 
Al gabinete de la presidenta Sheinbaum le sabrá a muy poco el período festivo de diciembre, porque el horizonte es oscuro para el año 2025.
No es solamente que el presupuesto sufrirá recortes y que también habrá dificultades derivadas de la lucha contra el crimen organizado y la elección judicial. Pasa también que en el ámbito internacional el gobierno de Donald Trump orillará a que haya crisis con el tema migratorio y la inseguridad, en su exigencia de disminuir el tráfico de fentanilo y aplicar aranceles como castigo.
En apretado resumen, estos problemas exigirán la atención, el máximo esfuerzo y el mejor de los talentos del equipo de gobierno. 
¿Qué pasará si el conflicto entre Monreal y Adán Augusto continúa? Polarizarán más a sus grupos (ya algunos diputados publicaron una carta apoyando a Ricardo Monrel y después la borraron) y arrastrarán a una contienda muy adelantada por la candidatura presidencial para 2030.
Eso podría desgastar por completo el gobierno de Claudia Sheinbaum, que aún construye su fuerza entre los diferentes grupos internos de Morena, pues todos siguen aún la lógica de liderazgo establecida por López Obrador y continuada ahora por Andrés Manuel López Beltrán. 
El gobierno de Sheinbaum Pardo podría terminarse, para efectos prácticos, antes de llegar a la mitad del sexenio, y mantenerse bajo el control de liderazgos como el de Monreal, Adán Augusto, Marcelo Ebrard y otros menores, que cuentan con grupos acomodados en los espacios legislativos, del Poder Ejecutivo y próximamente, en el Poder Judicial, porque los “amarres” y negociaciones ya están en trayecto. 
Monreal le quitó al Senado 123 millones de pesos; Adán Augusto reaccionó exhibiendo contratos que había dejado el mismo Monreal y acusó corrupción.
Aunque ya se reunieron con Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación para aparecer juntos en una fotografía, el conflicto por el poder toma nuevos bríos.

Monreal contra Adán Augusto

La presidenta municipal de Guadalajara, Verónica Delgadillo, consiguió un triunfo político al presentar el proyecto “Limpia Guadalajara”, que permitirá al municipio tapatío retomar el control de la operación de la basura, después de la crisis que ha provocado Caabsa Eagle y su deficiente operación.
Es un triunfo político porque la alcaldesa cuenta con el respaldo general del Ayuntamiento de Guadalajara y también con el de la oposición; a la presentación de su proyecto acudieron los dirigentes estatales de Acción Nacional (PAN) y del Revolucionario Institucional (PRI).
También estuvieron presentas integrantes del gabinete del gobierno estatal, además de legisladores federales, académicos, dirigentes de organismos empresariales y ciudadanos en general. 
Lo que sigue ahora que se consolide el triunfo social.
¿Cómo hacerlo? Involucrando activamente a la gente. En las más de 440 colonias de Guadalajara, con sus características y costumbres, los habitantes de cada barrio tienen que sentirse motivados a la separación de la basura, apegarse a las reglas que se van a aplicar y contribuir con las diferentes líneas de acción que impulsará la autoridad.
Los tapatíos –nos consta a todos los que vivimos en Guadalajara– están dispuestos siempre a cooperar: separar, reciclar, no tirar, limpiar. 
Lo que piden a cambio es responsabilidad, constancia y congruencia.
En los temas prácticos ya se dieron pasos adelante: de los 160 camiones que se comprarán, 130 ya están en la ciudad y muchos ya están recorriendo las calles, recogiendo la basura. 
Hoy mismo, por otra parte, se aprobará en el pleno del Ayuntamiento la creación del Organismo Público Descentralizado (OPD) que tendrá autonomía propia y contratará a los trabajadores que harán los trabajos de limpieza en la ciudad. 
La mala experiencia que le deja a Guadalajara el paso de Caabsa Eagle metió en problemas no sólo a la administración pública si no también a los habitantes de la ciudad. En numerosas colonias es evidente que la basura está abandona en las banquetas.
Pero ese mal trago sirvió también para que, en tiempo récord, la administración de Verónica Delgadillo resolviera, primero, un concurso fallido para el arrendamiento de camiones, y segundo, empezar de cero para implementar un método de recolección de basura que, además, involucre a la gente para superar el viejo esquema de generar basura y tirarla para que se la lleven donde no nos estorbe.
Lo valioso de todo lo que está pasando en Guadalajara, es que nos da oportunidad de retomar conciencia y saber que de la basura no nos deshacemos fácilmente y que si no tiene un trato responsable y de corte científico, tarde o temprano regresará a nosotros, provocando daños irreversibles.

Verónica Delgadillo y Limpia Guadalajara

José Manuel Romo Parra

La Guadalajara que todos queremos en 2025

Juan Pablo Colín

¿Corrupción o distracción en el Infonavit?

Mi pecho no es bodega

Mirza Flores

Un México nuevo es posible

Hiram Espinoza de los Monteros

No todos son héroes

El gobernador electo de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, introdujo en su agenda una reunión que era, sino tan importante como la que se ha esperado con Claudia Sheinbaum, sí fundamental para mantener la casa en orden: se encontró con la futura rectora de la Universidad de Guadalajara, Karla Planter Pérez. Y con ella estaba Ricardo Villanueva, todavía rector universitario.
Las fechas apremian para los tres.
Lemus Navarro está a una semana de asumir el cargo, y tiene pendiente el Presupuesto estatal 2025 y todavía, la definición de algunos cargos para su gabinete, entre éstos los de seguridad.
Karla Planter tiene encima la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en la que será responsable de una parte de la organización, pero donde también pondrá los cimientos de la mayoría de sus relaciones nacionales e internacionales para su gestión al frente de la Universidad.
Y Ricardo Villanueva, un rector en retirada, queda pendiente definir si se queda hasta después de la FIL para terminar de cosechar aplausos, o integrarse a la Secretaría de Educación con Mario Delgado Carrillo, al frente de una de las subsecretarías, presumiblemente la de Educación Superior.
Aunque los tres tienen muchos pendientes, mucho quehacer por delante, también es verdad que hay un interés común que obliga: mantener el entendimiento durante el sexenio que viene. 
Hay elementos que lo facilitan, y otros que hacen advertir prontas diferencias.
El rector Ricardo Villanueva consiguió del gobernador saliente Enrique Alfaro el presupuesto constitucional que empezará a ejercerse a partir de 2025. Es el 5% del total del presupuesto del Estado. Pero además, está el compromiso manifestado de Pablo Lemus para seguir apoyando con más recursos económicos los proyectos culturales ordinarios de la Universidad. Conflictos de dinero no tiene porqué haberlos.
Para Karla Planter, el reto será entonces mantener el crecimiento de la matrícula y vigilar que la edificación de los nuevos centros universitarios, más el crecimiento del personal académico, se correspondan con el uso presupuestal.
Sin embargo (aquí vienen las posibles dificultades), aunque Pablo Lemus ha sido abiertamente favorable a los proyectos universitarios y a la inclusión de personajes de la institución (por ejemplo, Héctor Raúl Pérez Gómez será el secretario de Salud), no se puede perder de vista que los proyectos políticos circulan por caminos diferentes. 
Ricardo Villanueva tiene una alianza conocida y pública con la presidenta Claudia Sheinbaum. Seguramente será actor central en las elecciones de 2027. Y siendo parte de su equipo, la rectora Karla Planter tratará de ayudar a los objetivos de Villanueva Lomelí… hasta donde sea posible.
El próximo gobernador lo tiene presente. También él tiene proyectos políticos propios y de los diferentes grupos de Movimiento Ciudadano. 
Gobernador, rectora y Villanueva (¿subsecretario?), serán “amigos”, pero también próximos contrincantes.

Nuevo sexenio: la relación Lemus-Planter