Desde hoy, Jesús Pablo Lemus Navarro será el gobernador del Estado de Jalisco. Con él inicia un sexenio política y administrativamente prometedor para la Entidad.
De entrada, Pablo Lemus es un personaje público que ha recorrido una estela exitosa, pero no gratuita. Ninguna de las tres elecciones que ha ganado antes, dos en Zapopan y una en Guadalajara, han sido un regalo o un “día de campo”. En todas hubo competencia fuerte, en todas pasó por la aduana de la competencia interna y consecutivamente, en los dos municipios más importantes del Estado y claro, también dos de los más importantes del país, compitió y ganó con un mensaje certero, bien construido, con resultados claros.
Si hay una cualidad importante para destacar en el comportamiento público del nuevo gobernador, es la de su capacidad para construir equipos.
Es cierto, su personalidad y su actividad permanente sobresalen sobre el resto de sus colaboradores. Pero también es verdad que Lemus Navarro es un cazatalentos. Desde que fue por primera vez presidente municipal de Zapopan, supo acompañarse de personajes que sustentaron decisiones, políticas públicas y resultados. El que sin duda ha sido su más cercano y brillante colaborador le sucedió en el cargo: Juan José Frangie. Han conformado un círculo virtuoso.
También es relevante reconocer que en los tropiezos –porque todas las autoridades los tienen–, el nuevo gobernador de Jalisco ha repetido un método exitoso: aceptación, socialización y corrección.
Esta ruta de trabajo ha resultado tan eficiente, que incluso puede decirse que lo llevó a ganar la elección por la gubernatura.
Lemus Navarro es, en síntesis, un político oficioso, integrador de equipos eficientes, con carisma pero cercano a la ciudadana. Decidido a aplicar políticas públicas novedosas pero que solucionen problemas reales. Es resiliente, reconoce pronto los errores y repara antes de que un problema pequeño empiece a crecer.
Y adicionalmente, por las circunstancias en las que se encuentran Jalisco y el país, él y los suyos aprendieron de las lecciones que deja el sexenio que acaba. Su procedimiento es el de un negociador y conciliador.
Aparentemente, el sexenio que comienza este 6 de diciembre, ofrece una combinación ideal de factores para que con Lemus Navarro en la gubernatura, se registre un mayor crecimiento y repunte de Jalisco y su identidad.