En su discurso, Sheinbaum subrayó la importancia de seguir el ejemplo del presidente Benito Juárez, quien, en su época, abogó por la justa medianía como un principio fundamental para los gobernantes y funcionarios públicos.
En un firme recordatorio a su gabinete y a los servidores públicos de todo el país, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo urgió este fin de semana a evitar los lujos y las “parafernalias” que desvían los recursos del pueblo hacia fines ajenos a su destino. La mandataria hizo el llamado en el marco del banderazo de inicio de la construcción del Parque Ecoturístico “La Ceiba” en Palenque, Chiapas, enfatizando la importancia de una gestión pública austera y comprometida con las necesidades del pueblo.
Su declaración fue una respuesta directa al escándalo que ha envuelto al gobierno federal, luego de que se revelara que Martín Alonso Borrego Llorente, quien fuera jefe de oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) durante el gobierno de Alicia Bárcena, utilizó el Museo Nacional de Arte (Munal) para organizar una boda privada. Este evento, celebrado en octubre del año pasado, desató una ola de críticas en redes sociales debido a la ostentación del mismo, que incluyó más de 70 invitados, lujosos arreglos florales y un costoso banquete, todo ello dentro de un patrimonio histórico.
En su discurso, Sheinbaum subrayó la importancia de seguir el ejemplo del presidente Benito Juárez, quien, en su época, abogó por la justa medianía como un principio fundamental para los gobernantes y funcionarios públicos. La mandataria señaló que este principio es esencial para que los servidores públicos comprendan que los recursos del pueblo deben destinarse únicamente a mejorar la vida de los mexicanos, y no a fines personales ni a lujos innecesarios.
“Justa medianía. Ese es un principio juarista de Benito Juárez. Nada de lujos y parafernalias. Los recursos del pueblo son del pueblo de México, pero no son para usarse para ninguna otra cosa,” afirmó Sheinbaum, quien recordó que los gobernantes y legisladores deben vivir con humildad, en un equilibrio que refleje las necesidades y valores de la ciudadanía.
El incidente en el Munal fue especialmente polémico dado el contexto: el uso de un patrimonio cultural para un evento privado, sin que la sociedad recibiera beneficios directos de ese espacio público. La celebración, organizada por Borrego Llorente y su invitado, Ionut Vâlcu, miembro de la embajada de Rumanía en México, fue vista como un acto de excesiva opulencia e insensibilidad, sobre todo en un contexto de austeridad gubernamental. El uso de los recursos públicos para fines privados ha sido una cuestión delicada en la administración de Sheinbaum, quien ha mantenido una postura crítica respecto a los excesos y la corrupción dentro de las estructuras gubernamentales. Por ello, su mensaje en Chiapas refuerza su llamado a una gestión pública honesta, enfocada en el bienestar común y el respeto por los bienes del pueblo.
El gobierno de Sheinbaum ha mantenido un enfoque claro hacia la austeridad, con un énfasis en la reducción de gastos innecesarios y en la transparencia en el uso de los recursos públicos. La mandataria ha reiterado en varias ocasiones que el gasto público debe estar al servicio de la educación, la salud y el bienestar social, y no para fines ostentosos o personales.
En este contexto, su llamado a los gobernantes de todos los niveles para que se ajusten a la justa medianía refleja no solo un principio ético, sino también una política pública que busca evitar la repetición de los errores del pasado.